El Suelo, recurso oculto y necesario
- Publicado en Visiones sobre el mundo
El suelo es uno de los recursos naturales más importantes del planeta. Hace posible la producción de alimentos, provee la base para la producción de forrajes y energía, y es crucial para la disponibilidad del agua, el reciclaje de nutrientes, y el almacenamiento de carbono orgánico. También contiene, aproximadamente un cuarto de la biodiversidad global.
Para formarse un centímetro de suelo se necesitan entre 100 y 1000 años, pero con facilidad olvidamos que el suelo es un recurso natural limitado. Y debido a procesos de degradación como la erosión, la pérdida de nutrientes, la acidificación, salinización, compactación y polución pueden destruir un centímetro de suelo en tan sólo 1 a 10 años. Es un recurso que se encuentra bajo amenaza seriamente.
A pesar de esta situación, seguimos incrementando las demandas sobre este recurso ya en extinción. De acuerdo a un estudio de La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), el área cultivada en el mundo creción en 12% en los últimos 50 años, y la producción agrícola se incrementó hasta tres veces más.
Un rápido crecimiento poblacional significa que para el 2050, la demanda global de alimentos deberá incrementarse en un 60%.
Nuestras necesidades de alimento y energía requieren un incremento e intensificación de la producción que muchas áreas no son sostenibles bajo las prácticas de uso actuales. Y en muchas regiones los desastres naturales, el cambio climático y la degradación de suelos y tierras están amenazando la existencia de varias poblaciones ya vulnerables.
'Es muy claro: si no protegemos la base de la producción de alimentos, la base de nuestros ecosistemas, es decir, la tierra, el agua y, principalmente el suelo, tendremos un gran problema en el futuro', afirma Alexander Muellers, Asistente Director General de la FAO.
Pero mientras la presión que ponemos sobre nuestros suelos es significativa, existen prácticas que pueden ofrecernos soluciones sostenibles.
En el oriente de Bolivia, los agricultores de las comunidades rurales de Chiquitanía, se dieron cuenta que los rendimientos de sus cultivos tradicionales de plátano y café se estaban reduciendo debido a que los períodos secos se extendían y las lluvias eran más erráticas. Pero, como productores pecuarios, ellos tenía el producto ideal que ayudaría a los suelos a capturar más agua y almacernarla por más tiempo. La incorporación de estiércol de vacuno a sus suelos, ayudó en el incremento de su producción en tres o cuatro veces, asegurando el acceso al alimento y aumentando sus ingresos.
En Kenia, África, los agricultores han sido testigos de la reducción de sus cosechas en los últimos doce años. Pero la aplicación de prácticas de manejo sostenible de suelos como la construcción de terrazas y la producción de compost mejoraron la fertilidad de sus suelos y aumentaron la producción. Estas acciones tienen un impacto mayor en la reducción de pobreza y seguridad alimentaria en esta región.
Estos ejemplos locales son el resultado de una inversión global en conocimientos del suelo.
'Quien sea que esté interesado en el crecimiento de cultivos y quiera hacerlo mejor que en el pasado y de forma más precisa en términos del uso adecuado del suelo, requerirá utilizar información de suelos', afirma el Dr. Achim Doberman, Vice DG del International Rice Research Institute (IRRI).
Pero así como la necesidad de entender los retos y soluciones de la ciencia del suelo se ha incrementado, la inversión global en agricultura ha disminuido considerablemente en los últimos 30 años, lo que ha llevado un problema de seguridad alimentaria, degración de tierras y cambio climático.
Pero la Alianza Mundial por el Suelo es una respuesta a estos retos, donde todos debemos colaborar para salvaguardar un bien, el suelo, necesario para las futuras generaciones.