Creando escuelas y hospitales para los niños de Tanzania, Mangola
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Mangola es un valle de Tanzania donde las necesidades diarias de la gente son el pan de cada día de Miguel Ángel Lozano y Pepe Aguilar, misioneros de la Congregación del Espíritu Santo en el Valle de Mangola. Situado en el norte de Tanzania, cercano al Parque Nacional del Ngorongoro, un valle donde hace treinta años vivían solamente las tribus de los Mangatis y los Hadza. Hoy en día es una mezcla de unas cien tribus.
'Cuando llegamos, Mangola estaba falto de todo. De sanidad, que empezamos con poco y hoy tenemos un hospital que cubre las necesidades de unos 40.000 habitantes. Estamos muy metidos en la educación. Nos encontramos que los niños estudiaban debajo de los árboles, hoy en día tienen escuelas, y luego a otros niveles estamos muy comprometidos con defender una tribu muy pequeña, muy marginal y desprotegida que se llama los Hadza, bosquimanos. Y estamos muy comprometidos también con la situación del SIDA. También contamos con guarderías.', señala el padre Miguel Ángel Lozano, manchego del Toboso y misionero en Mangola.
El mundo rico olvida al mundo pobre.
'Las ayudas llegan a través de ayudas internacionales, a través de gobiernos corruptos, y las ayudas a los marginales de verdad, los que lo necesitan de verdad no llegan la mayoría de las veces. Muchas veces estamos solos frente a temas muy importantes de agua, de hambre, de infraestructuras, de escolarización; y allí las agencias internacionales no van. El mundo rico sigue olvidando al mundo pobre'.
'Hay mucho cursillo, mucho viaje, mucha gente que viene a ver. Sabemos que mucha gente, incluso gente aquí sin muchos medios, aporta pequeñas cantidades, grandes cantidades para eso. Y casi siempre está encauzado por las ONGs, pero no llega. Esa aportación que tiene la gente de muchísimo dinero creemos nosotros, no llega. Yo diría que un 80% se pierde en el camino'.
Fiesta para recaudar fondos.
Para recaudar fondos para su misión, todos los años se realiza La Fiesta de Mangola, un evento que se desarrolla en las cercanías de Madrid. 'Esta fiesta lleva celebrándose 21 años que fue cuando fuimos a abrir esta misión nueva de Mangola. Los amigos de Madrid y otros sitios quisieron colaborar de esta manera, hacer una fiesta para recoger algo de dinero con lo cual nos ayudarían a tapar agujeros', señala Miguel Ángel
El ansia de consumismo ha llegado a estos países y los está desquiciando.
Pepe Aguilar lleva ayudando a diferentes tribus la friolera de 37 años en Tanzania. 'La globalización es un arma de dos filos, porque indudablemente ha traído mejoras, ha acercado los a los países, nos ha hecho pertenecer todos a un mismo mundo, pero la globalización también acerca todos los vicios de la sociedad occidental. Y el ánimo de consumismo, de tener, de poseer cosas que existen en este primer mundo también ha llegado a los países en vías de desarrollo y los está desquiciando'.
'La pobreza existe porque nos interesa a los países ricos. Podemos acabar con ella aportando estudios, educación a las poblaciones, sobre todo a los menos privilegiados; que sepan lo que es el mundo, cómo es el mundo, qué podemos pretender, qué debemos hacer. Y eso es todo a base de educación', apunta José.
Pepe Aguilar opina que los niños tanzanos, cuando ven la tele, creen que todos los blancos somos multimillonarios, y que lo tenemos absolutamente todo, y si no ayudamos es porque no queremos, porque tenemos mucho. 'Creo que tenemos demasiado, todavía tenemos mucho para dar, aportar, compartir'. Contacto: www.mangola.org.