Desarrollan una mano biónica con la que el paciente siente con el tacto
La ciencia, la tecnología y la medicina vuelven a unerse para el desarrollo sostenible aplicado al bienestar del ser humano. Un equipo de la suiza Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y de la universidad italiana SSSA ha conseguido por primera vez en el mundo que un paciente amputado, el danés Dennis Aabo Sorensen, vuelva a tener sensaciones gracias a una mano biónica conectada a través de cables a la parte superior de su brazo.
Hace nueve años, Sorensen sufrió un accidente que le causó la amputación de su mano izquierda. Ante la prouesta de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y de la universidad italiana SSSA, aceptó para participar en una prueba clínica: Sustituir su mano amputada por otra biónica y, con los ojos tapados y tapones en los oídos, debía agarrar objetos de forma intuitiva e identificar qué estaba tocando, si era blando o duro, redondo o cuadrado, así como detectar la intensidad con la que estaba sujetándolos.
Parece ser que la respuesta sensorial fue muy positiva, según se desprende de las conclusiones obtenidas por la Escuela Politécnica de Lausana. Por su parte, Sorensen, afirmó: "Podía sentir cosas que no había sido capaz de sentir en más de nueve años".
El equipo de investigación de la mano biónica, liderado por el profesor Silvestro Micera, ha desarrollado un prototipo de sensor. Los resultados de los estudios y pruebas llevadas a cabo han sido publicados en la revista Science Translational Medicine.
La mano biónica lleva incorporada unos sensores que captan información sobre el tacto. Para lograrlo, midieron la tensión de los tendones artificiales que controlan el movimiento del dedo y la convirtieron en corriente eléctrica.
Sin embargo, el sistema nervioso no puede descifrar esta señal eléctrica, por lo que los científicos transformaron la señal, a través de algoritmos informáticos, en un impulso que los nervios sensoriales pudieran interpretar.
Consiguieron reproducir el sentido del tacto enviando la señal afinada digitalmente a través de cables en cuatro electrodos que se implantaron quirúrgicamente en los nervios del brazo superior del paciente.
La conexión de los electrodos a los nervios se llevó a cabo en una operación en el Hospital Gemelli de Roma. Un equipo de cirujanos y neurólogos, dirigido por Paolo Maria Rossini, implantó los electrodos transneurales a los nervios mediano y ulnar del brazo izquierdo de Sorensen.
Después de 19 días de pruebas preliminares, los científicos conectaron la prótesis a los electrodos durante una semana entera.
Los electrodos ultrafinos y ultraprecisos fueron desarrollados por el grupo de investigación de Thomas Stieglitz en la Universidad de Friburgo (Alemania). Tienen la capacidad de transmitir señales eléctricas muy débiles directamente al sistema nervioso.
Hubo un amplia investigación preliminar para asegurar que los electrodos siguieran funcionando incluso después de que la zona cicatrizara después de la cirugía.
Es la primera vez que se han implantado electrodos de este tipo en el sistema nervioso periférico de un amputado, pero es un primer paso para que, en un futuro próximo, los pacientes de amputaciones de miembros puedan tener una vida normal.
Fuente: noticias.com/rtve.es
Fotografía: www.pr.uni-freiburg.de