Brasil utiliza Internet para salvar sus bosques y selva amazónica
Brasil ha lanzado una plataforma llamada BVRio,abreviatura de Bolsa Río Verde, que permite a los agricultores con exceso de árboles que el mínimo que exige la ley brasileña, vender sus excedentes a agricultores que se quedan cortos, a un precio determinado por la ley de la oferta y la demanda.
Tanto ecologistas y autoridades, como agricultores y propietarios coinciden en que esta herramienta podría revolucionar la capacidad de Brasil de proteger uno de los espacios verdes más grandes del mundo, al tiempo que se cumple con una ley sobre medio ambiente aprobada recientemente.
Según la ley, los propietarios tienen que conservar una cantidad mínima de vegetación autóctona en sus propiedades. Esa cantidad varía y va de un 20% a un 80%, dependiendo del tipo de vegetación. La plataforma que se acaba de lanzar permite al agricultor detectar y negociar directamente cuotas con otros agricultores.
Los terratenientes que violaban las leyes brasileñas al eliminar los árboles de sus propiedades plantaban nuevos árboles para contentar a los inspectores del gobierno. Pero lo hacían con vegetación que, en muchos casos, nada tenía que ver con el tipo de vegetación autóctona de la zona, lo que era un problema importante. Esta herramienta de Internet es de una gran ayuda para los agricultores, ya que adquirir cuotas será seguramente más barato y, sobre todo, más fácil que reemplazar la vegetación eliminada. Además que te aseguras que no se corten árboles milenarios y necesarios para la equilibrio de la biodiversidad. Unos 400 agricultores iniciaron los trámites de registración ya antes de que BVRio comenzase a funcionar.
Los grupos defensores del medio ambiente creen que la legislación protegerá la integridad de cada ecosistema, o bioma, pues las cuotas pueden ser vendidas solamente en áreas biológicas similares. Por ejemplo, un granjero de un bioma "cerrado" no puede venderle sus cuotas excedentes a un ganadero de la Amazonia que derribó árboles de la selva y necesita plantar una hectárea.
"Esto crea un incentivo para que los propietarios de bosques con una rica biodiversidad que están intactos no eliminen esa vegetación", comenta Paulo Barreto, investigador de Imazon, Instituto del Hombre y del Medio Ambiente de la Amazonía, organismo que vigila el medio ambiente dentro del gobierno brasileño.
Pero queda mucho camino por recorrer. Para empezar, el sistema tiene que ser transparente y las organizaciones ambientalistas deben poder observar imágenes satelitales de las zonas intactas usadas para compensar la eliminación de árboles en otro sector. Los gobiernos estatales, por otro lado, tienen que continuar con la labor de registrar agricultores y terratenientes en el programa y garantizando que se cumplen las normas destinadas a preservar el medio ambiente.
Salvar lo que queda de la selva brasileña y reemplazar la vegetación destruida es algo vital para la salud del planeta. La selva amazónica tiene una gran capacidad de absorber dióxido de carbono, que es una de las principales defensas de la Tierra contra el calentamiento global.
Brasil cuenta con el 65% de la selva amazónica, la selva más importante del mundo.
Redacción: Generación Natura.
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