Compaginar mal la vida laboral y familiar influye sobre nuestra salud
Hoy en día, los adultos pasan casi todo el día fuera de casa lo que afecta a la relación con nuestros hijos y a las personas dependientes. Pero no sólo ellos lo sufren, también afecta a la salud de los propios adultos.
Hoy en día, los adultos pasan casi todo el día fuera de casa, lo que implica que nuestros hijos estén demasiado tiempo solos, sin nuestra supervisión, en compañía de cuidadores, profesionales o no. Pero no sólo los niños lo sufren, sino también afecta a la salud de los propios adultos.
Y es que cada vez son más los estudios que alertan de las consecuencias para la salud que tiene el intentar compaginar la vida laboral y familiar: Riesgo de suicidios, ansiedad, más consumo de antidepresivos...
Según un estudio sobre la evaluación del impacto de las políticas familiares en la salud de los ciudadanos de 27 países europeos denominado Sophie, coordinado desde Barcelona por la Agencia de Salud Pública y el Centro de Investigación en Red Ciberesp, señala que la falta de políticas familiares en los países del sur de Europa, como España, Italia o Grecia, hace que la conciliación entre vida familiar y laboral sea más difícil aquí que en los paises nórdicos, por ejemplo.
En una entrevista para el Diario El Mundo, la investigadora española que ha coordinado este análisis, Lucía Artaroz, comenta que los países donde hay una mejor conciliación entre vida familiar y laboral son los países del norte y los del este. "Estos países de los antiguos regímenes comunistas, fomentaron la incorporación de la mujer al mundo laboral, pero cuentan al mismo tiempo con muchos recursos públicos para el cuidado de los hijos y las personas dependientes".
La diferencia entre el norte y sur de Europa, es que las ayudas económicas a las familias son superiores, lo que permite una mejor conciliación de la vida familiar y laboral con menos repercusiones para la salud, sobre todo de la mujer.
Intentar cuidar de la familia con ausencia de políticas activas de apoyo hace que la salud física y mental de las mujeres se resienta más en los países del sur de Europa, como es el caso de España. "En el sur de Europa, la figura del ama de casa es más frecuente", explica Lucía Artaroz, "pero con la crisis, muchas de ellas se han visto obligadas a salir al mercado laboral en unas condiciones muy precarias, casi de explotación".
El estudio también observa que en el sur de Europa, vivir con una persona mayor de 64 años perjudica la salud, sobre todo de los varones. "Podemos hacer bromas con el hecho de vivir con la suegra, pero ese dato refleja el fenómeno de las familias jóvenes que se están viendo obligadas a volver a vivir con sus padres, es un reflejo de los desahucios. Y esa situación tiene más impacto en los hombres, por su rol tradicional de sustentadores de la familia".
Los resultados están basados en datos de una encuesta europea del año 2010, por lo que es previsible que en los últimos tres años la situación "como mínimo no ha ido a mejor". De hecho, explica la investigadora, cada vez son más los trabajos que están alertando de las repercusiones que puede tener en la salud la actual situación económica.
Según UE, los desequilibrios entre los estados miembros cuestan alrededor de 1.300 billones de euros en gastos sanitarios al año (más que el Producto Interior Bruto de España). "Sabemos que las diferencias sociales y económicas son clave en las desigualdades de salud", ha dicho el comisario europeo de Sanidad Tonio Borg. Y esas desigualdades "que están matando a gran escala", advierte, son un lastre para la recuperación económica.
Fuente: El Mundo
Fotografía: compromisorse.com