Los cultivos infrautilizados desempeñan un papel crucial en la lucha contra el hambre
"La revalorización de los cultivos infrautilizados es de gran importancia para que nuestras sociedades puedan afrontar los desafíos agrícolas y alimentarios de las próximas décadas", según el Director General de la FAO.
Alrededor de siete mil especies de plantas se han cultivado o consumido como alimento a lo largo de la Historia. En la actualidad, muchas de estas especies están desapareciendo y, con ellas, desaparece también su diversidad genética. En ese sentido, Graziano da Silva ha recordado: "Si perdemos estos recursos únicos e irremplazables, nos será más difícil adaptarnos al cambio climático y garantizar una alimentación sana y diversificada para todos".
La Humanidad se enfrenta a un gran reto, según Graziano: "En la actualidad hay cerca de 870 millones de personas que sufren hambre en el mundo, un mundo que ya produce alimentos suficientes para todos. La globalización ha creado abundancia de alimentos en algunas partes del mundo, pero no ha logrado terminar con la escasez crónica que existe en tantas partes del planeta".
La globalización ha creado una cierta homogeneidad de productos, perdiendo la riqueza de distintas culturas culinarias y de la biodiversidad agrícola. Según FAO, hoy, la gran mayoría de la población basa su dieta calórica en sólo cuatro cultivos: el arroz, el maíz, el trigo y las patatas. "Nuestra dependencia en pocos cultivos tiene consecuencias negativas para los ecosistemas, para la diversidad alimentaria y para nuestra salud. La monotonía alimentaria aumenta el riesgo de deficiencia de micronutrientes", ha explicado Graziano.
Para afrontar los retos asociados a estos fenómenos, el Director General de la FAO ha abogado por considerar los ámbitos de la producción y el consumo y se ha referido a la intensificación sostenible de la producción agrícola. Como resume la expresión "Ahorrar para crecer", la intensificación sostenible consiste en una agricultura que conserva y mejora los recursos naturales. En ese sentido, Graziano da Silva ha destacado que las especies olvidadas e infrautilizadas "desempeñan un papel crucial en la lucha contra el hambre y constituyen un recurso clave para el desarrollo agrícola y rural" y ha comentado la necesidad de incrementar la investigación científica para la mejora de los cultivos infrautilizados. "Aún cuando se investiga, los resultados no llegan siempre a los pequeños productores: es importante que brindemos apoyo a los agricultores familiares para aumentar la productividad, contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, y mejorar los medios de vida, conservando la biodiversidad en sus campos y cocinas y protegiendo nuestra tierra".
El Director General de la FAO también ha destacado la importancia de una dieta sostenible, refiriéndose al modo en que "se produce y se consume el alimento". "Al mismo tiempo que cera de 870 millones de personas pasan hambre, un número aún mayor sufre sobrepeso y obesidad y al mismo tiempo que el acceso inadecuado a alimentos causa el sufrimiento en países pobres, todos los años los consumidores en países industrializados tiran a la basura 220 millones de toneladas de alimentos, el equivalente a la producción de África Subsahariana".
Uno de estos cultivos infrautilizados y que pueden tener un gran protagonismo en el futuro es la quinoa, cultivada por los pueblos andinos de América del Sur, es el único cereal que contiene todos los aminoácidos que necesita el ser humano. Además, se adapta bien a todas las altitudes donde se cultivan especies, desde el nivel del mar hasta los Andes, por lo que tiene un gran potencial para contribuir a la seguridad alimentaria mundial por su alto valor nutricional y por su capacidad de adaptación a diversas condiciones climáticas y geográficas.
Las especies olvidadas e infrautilizadas constituyen una reserva clave para asegurar el desarrollo agrícola y rural y desempeñan un papel crucial en la lucha contra el hambre. El papel de los cultivos infrautilizados puede ser clave para la seguridad alimentaria mundial, la diversificación de la dieta humana, la mitigación de la volatilidad de los precios de los alimentos, la generación de ingresos de las comunidades rurales, su potencial en la adaptación de la agricultura a los cambios climáticos y su creciente importancia gastronómica.
Muchas especies infrautilizadas aún no se han perdido y representan la base de los sistemas locales de alimentación de muchas regiones del mundo. En general, estos cultivos están adaptados a las condiciones agroecológicas específicas en las que todavía persisten y mantienen un fuerte vínculo con los medios de vida de las comunidades que los utilizan. "Durante miles de años, los países han desarrollado culturas en armonía con el ecosistema, utilizando la rica naturaleza circundante. La alimentación también es parte de nuestra cultura e identidad", ha destacado Graziano antes de poner el ejemplo de Mexico, donde los mayas se autodenominaban "los hombres del maíz". "No permitamos que se pierda la riqueza de la identidad y la cultura alimentaria, ni la sabiduría de nuestros antepasados. Todo lo contrario, aprendamos de ellos para que en nuestro futuro haya aún más diversidad", ha concluido el Director General de la FAO.
Fuente: FAO
Fotografía: verema.com