La FAO es optimista con la reducción del hambre en los países en peores condiciones
El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el brasileño José Graziano da Silva, confía en que los países con hambruna pueden avanzar en la problemática
Queda menos para llegar a la meta establecida para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, hay mucho que hacer hasta 2015 para reducir el hambre en el mundo, indicó en conferencia de prensa da Silva.
Eliminar por completo la pobreza extrema y el hambre, la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida, paludismo y otras enfermedades, garantizar el sustento del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, son los ocho objetivos trazados por la ONU para 2015.
"Si un país tiene voluntad política" puede reducir el hambre enfatizó da Silva este sábado, tras firmar un convenio en ese sentido con el presidente del Parlamento salvadoreño, Sigfrido Reyes.
Da Silva indicó que el combate del hambre no solo es cuestión de dinero y financiación, sino que necesita muchos recursos humanos y organización y ayuda de la sociedad.
Hay países que tienen mucho dinero pero que no logran avanzar en temas de seguridad alimentaria; mientras que hay otros con bajos recursos económicos y los progresos son notables, como por ejemplo Nicaragua. En junio pasado la FAO anunció que 38 países, 12 de ellos latinoamericanos, han logrado con dos años de antelación los objetivos del "Reto del Hambre Cero".
"Estamos compilando ahora los datos de 2013, los resultados preliminares de la FAO indican que hemos progresado aún más, o sea estamos en buen camino; algunos países tienen que acelerar esa marcha, pero estamos en el camino", dijo Da Silva. Latinoamérica "es el continente que más ha progresado", ya que "los que estaban rezagados, que eran justamente Centroamérica, ahora ya recupera", añadió sin dar detalles.
El convenio busca dar seguimiento a políticas públicas que fomenten una agricultura sostenible, se produzcan alimentos sanos y se respeten los ecosistemas con el fin de garantizar una alimentación sana y adecuada, precisó un boletín conjunto de la FAO y el Parlamento.
Fuente: El Diario