El hambre está presente también en las grandes ciudades
El hambre crónica puede encontrarse en muchas partes del mundo, casi siempre en áreas rurales, pero también en las ciudades. Es un problema extendido que apunta a graves desequilibrios en la forma en que se gestionan los sistemas alimentarios mundiales
La justicia alimentaria trata de ofrecer una visión amplia de la seguridad alimentaria. Si queremos encontrar la vía hacia la igualdad de acceso a una alimentación nutritiva, tenemos que abarcar todo, desde la producción hasta la distribución de alimentos, y tenemos que examinar las prácticas comerciales desiguales y las condiciones laborales injustas. También tenemos que fijarnos en las pautas de consumo de alimentos para comprender cómo lo que comemos nos afecta a nosotros y a nuestras comunidades.
Si tiene en mente la idea de justicia y equidad alimentaria, se dará cuenta de que hay mucho que puede hacerse. La exposición, titulada "Justicia Alimentaria" y patrocinada por la Caixa, Oxfam y la FAO, presenta la obra del galardonado fotógrafo Pep Bonet en dos comunidades rurales de Tanzania y Bolivia.
Las imágenes muestran soluciones sencillas que suponen grandes avances. En una, vemos un almacén para proteger los cultivos durante la temporada de lluvias después de la cosecha. Vemos a grupos de campesinos que trabajan juntos para obtener mejores precios en el mercado. También vemos proyectos que animan a los agricultores a diversificar sus cultivos, para lograr así más variedad en sus dietas, mejorar la salud familiar y ayudar a generar excedentes para el mercado.
Incluso en los países industrializados, donde tendemos a dar por sentado la seguridad alimentaria, hay personas que padecen hambre crónica, muchos de ellos niños. En los barrios pobres de las ciudades donde la gente depende de los comercios locales para obtener sus alimentos, los pobres no tienen acceso a productos frescos. Algunos, como estas personas en Los Ángeles, California, han pasado a la acción usando terrenos baldíos para cultivar sus propios alimentos, creando una sensación de comunidad alrededor de la comida, y aprendiendo la importancia de contar con alimentos frescos en su dieta.
Fuente: FAO