La construcción de un camino supone salvar vidas en el valle de Sumara, Afganistán
Hoy en día, Sharbat Ali cree que las cosas podrían haber sido diferentes. Hace unos cuatro años se completó la construcción de esta carretera que serpentea a través del valle de Sumara, conectando la aislada aldea de Ali y otras nueve con una vía principal hacia la ciudad de Bamiyán en la región central de Afganistán.
Una carretera recientemente construida en el valle de Sumara, Afganistán, dentro del marco del Programa Nacional de Acceso de Emergencia del Gobierno de Afganistán y financiación y asistencia del Banco Mundial y el Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán, ARTF, ha transformado la vida de los pobladores al brindarles un mejor acceso a mercados, atención de salud y escuelas. El tramo de 15 kilómetros se ha transformado en un camino transitable en esta provincia de Bamiyán.
Nawrooz Rasuli, de 18 años, manifiesta que todavía camina dos horas diarias para ir y volver de la escuela secundaria, pero que ahora es más simple por la carretera.
“Antes, los senderos quedaban cubiertos de barro y nieve, y debíamos permanecer muy mojados y sucios en la escuela”, recuerda Rasuli, agarrando una bolsa de tomates secos que su madre pidió de la ciudad. “Puedo recoger sus provisiones, pero también los rickshaws (carros tirados por personas) pueden llegar ahora directamente hasta nuestra puerta con todas las cosas”.
El agricultor Abdul Qayom piensa que la carretera le trajo buena suerte a su comunidad. Se está construyendo una nueva escuela primaria en una colina cercana debido a que más personas se están mudando al valle y quieren invertir en su futuro, señala.
“Solíamos tener tantos problemas”, recuerda. La situación era muy mala cuando las personas se enfermaban o cuando necesitábamos cosas, especialmente en el invierno o cuando llovía. Pero ahora todos vienen aquí”.
El objetivo de los proyectos es la rehabilitación de cerca de 5.000 kilómetros de caminos rurales y la construcción de más de 5.600 metros de puentes y de 5.400 kilómetros de caminos rurales para el mantenimiento de rutina. Hasta ahora, se han rehabilitado más de 2.000 kilómetros de carreteras, se han construido unos 1.900 metros de puentes y se ha firmado un contrato para el mantenimiento de 1.360 kilómetros de carreteras, generando más de 2 millones de días de trabajo. Los proyectos abarcan las 34 provincias, que incluyen miles de aldeas.
“Juntos decidimos que este camino era lo más importante para nosotros”, dice Sultani, jefe del consejo de la sección central de la carretera. “Ahora, la vida es mucho mejor. Pero debemos trabajar duro para garantizar que la carretera permanezca abierta”.
Fuente: Banco Mundial
Fotografía: Graham Crouch/Banco Mundial