La Fitoterapia como alternativa a la medicina tradicional
Puede que nos sorprenda este concepto pero seguro que todos lo hemos usado alguna vez. Se trata del tratamiento de las enfermedades con plantas.
La palabra "Fitoterapia" viene del griego: phytón (planta) y therapeía (tratamiento). Pero su origen asociado a lo que hoy conocemos lo acuño Henri Leclerc un médico francés a principios de siglo XX.
La fitoterapia usa productos de origen vegetal con un margen terapéutico amplio. Suelen ser productos poco potentes como manzanilla, o tila; o con potencia media como la raíz de regaliz o la flor de árnica. Sin embargo, excluye los de espectro estrecho como la digoxina. Eso es lo que caracteriza a la fitoterapia, que es suave, con bajo porcentaje de efectos secundarios y poco agresiva.
Para conseguir la máxima eficacia debemos usar adecuadamente los preparados es decir fijarnos en las indicaciones y en la forma de administración. Deben ser productos de calidad para asegurar así su seguridad y eficacia. Es importante también estar bien informados a través de los profesionales sanitarios, y es que existe base científica que apoya la eficacia de estos productos.
Pero la fitoterapia a veces será suficiente para curar patologías pero otras será necesario usarla con medicamentos. Tanto para cuidar la salud como para mejorar la calidad de vida o prevenir y tratar enfermedades. El campo de acción principal de la fitoterapia son las afecciones leves y moderadas, así como las enfermedades crónicas
En la fitoterapia no solo encontramos infusiones, las plantas medicinales se preparan para conseguir compuesto como los aceites, cápsulas, polvos, jarabes, lociones, cremas, pomadas, cataplasmas, etc..
Fuente: sefit.es/consumer.es
Fotografía: web500.com