Abrí una tienda ecológica para alimentar sano a mi familia
Las mujeres emprendedoras siguen siendo cada vez más. Kristina, un día, se planteó cambiar de vida y montar un negocio. Primero lo abrió como tienda ecológica especializada en productos para la mujer, pero poco a poco lo fue convirtiendo en un multiespacio donde se imparten numerosas actividades centradas en la salud corporal y mental. ¿Quiéres saber cómo nacieron todas estas ideas centradas sobre todo en la mujer?
Para ello, GeneracionNatura.org entrevistó a Kristina Sánchez Fabry, creadora de Multiespacio terapias cuerpo, mente y espíritu El colibrí de Attabeira, situada en Majadahonda, Madrid, un establecimiento que, además de la venta de productos orgánicos, pone a disposición de las clientas numerosos servicios centrados en la mujer.
¿Qué te llevó a montar una tienda ecológica?
Pues realmente fue desde mi primer embarazo. Hace tiempo que me interesaba todo este tema, pero con el embarazo de mi primer hijo me preocupaba mucho lo que tomaba porque todo esto llegaba a mi bebé. Entonces empece a buscar muchísima información, a leer, por ejemplo, cuando iba a los supermercados estaba una hora leyendo las etiquetas de todas las cosas y me fui cerciorando de la cantidad de químicos, pesticidas, herbicidas, aditivos, conservantes, colorantes y demás basuras que le ponen a la alimentación.
Entonces, fue un proceso muy gradual, poco a poco empece a alimentarme cada vez más ecológico y con el nacimiento de mi segunda hija, esto fue mucho más rápido, me hice prácticamente vegetariana. Luego, cuando ella tenía cinco o seis meses de vida, a la hora de buscar trabajo, pues yo soy educadora social y de lo mío no había trabajo. Entonces, al lado de mi casa encontré un local vacío y dije: “pues lo cojo” y monte la tienda, porque consumía ese tipo de productos y realmente, eran muy caros en el mercado, así que me decidí por la tienda ecológica principalmente por el motivo de alimentarme bien yo y mi familia.
¿Por qué escogiste el nombre El colibrí de Attabeira?
He vivido tres años en la República Dominicana, y cuando llegó la hora de buscar un nombre para la tienda, me pasé casi una semana sin dormir, cada día me levantaba con ideas y ninguno me convencía; hasta que una tarde fui a un baño de gong, una meditación y me apareció un pájaro, uno pequeñito y fui al encargado a preguntarle qué significaba eso,l me dijo que ese animal, era mi animal de poder y que tenía que descubrir qué animal era y que me estaba queriendo decir algo.
Pasaron un par de días, viendo con mi hijo una enciclopedia encontré una ilustración del pajarito, busqué cómo se llamaba y me apareció que era el colibrí. Me pareció una señal de que mi tienda se tenía que llamar así, pero "El Colibrí", a seca, me parecía muy soso, entonces le puse Attabeira, porque es la diosa de la madre tierra y de la fertilidad de los indios Tainos, que son los que habitaban la zona de la República Dominicana antes de la llegada de Colón. Además, la clínica donde tuve a mi primer hijo también se llamaba así, me sentía ligada a esa diosa. Quería que fuese un pequeño rinconcito del Caribe en medio de Majadahonda.
Tu tienda esta muy centrada en la mujer ¿Por qué?
Porque soy Educadora Social, y durante diez años he trabajado con grupo de personas, concretamente con mujeres. Un día me di cuenta que la vida me había llevado por derroteros que yo nunca me había imaginado. He trabajado en prisión, en módulo de mujeres, con mujeres magrebíes enseñando español y en talleres de salud. Por eso, a la hora de poner la tienda, como es lo que realmente me gusta, el trabajo con la mujer, decidí centrarla en mujeres y en primera infancia. Además de que somos un colectivo que está bastante olvidado.Trabaje aquí en España, acabe la carrera en 2005 y estuve trabajando muchos años. También en Africa y en República Dominicana en cooperación internacional, tres años, desde 2008 hasta 2011.
Además de productos ecológicos, en la tienda ofrecéis otros servicios a los clientes. ¿Cuáles son?
Sí, ahora mismo, tengo abierto un espacio que se llama “tarde de relajación, crecimiento personal y yoga” que son unas clases en las que se crea un ambiente muy acogedor y muy íntimo, donde estamos como máximo siete personas, y así tener un circulo muy agradable.
No es el típico yoga de gimnasio o una clase de yoga puramente dicha, sino que también trabajamos, por ejemplo, lecturas de poemas, textos sagrados; hay días que trabajamos los órganos internos como el hígado y conectamos con él a través de la meditación y hablamos un poco de cómo depurarlo, limpiarlo, etc.
Entonces, a través de la tienda, ayudo a las personas a estar en contacto con ese tipo de alimentación porque hay mucha gente que viene y nunca se ha alimentado así y no tiene ni idea. A través de estas sesiones la gente abre su mente. También ofrezco cursos de preparación a la maternidad y a la paternidad consciente, yoga para embarazadas, clases de meditación, círculos de mujeres, y clases de cocina y nutrición.
¿Qué productos vendes más?
Se venden mucho las semillas porque están bastante de moda y, por ejemplo, las semillas de Chía, antes no se conocían y ahora se venden un montón. Se usan para comer como guarnición, en ensaladas, en macedonias, guisos, sopas, etc. También las semillas de Lino, de Sésamo. Vendo mucho azúcar panela, que no está cristalizado y viene de Ecuador. También los productos de Comercio Justo, y los cereales como el arroz, el mijo, el cuscus, la quinoa. El aceite de coco se vende muy bien, también porque se ha puesto de moda.
¿Crees que la mujer demanda más los productos naturales que el hombre?
Sí, de 80 mujeres suelen venir 5 hombres. Yo creo que es porque todavía somos las mujeres las que nos encargamos de la casa, eso en cuanto a las mayores. Y las chicas jóvenes porque se cuidan más que el hombre quizás, también vienen muchas chicas para adelgazar, por dietas. Vienen además muchas mujeres embarazadas y el hombre no suele venir a acompañarlas; y cuando viene, suele venir forzado, es decir, no sale de él.
En el tiempo que llevas con la tienda ¿han crecido los productos ecológicos o han disminuido?
Han crecido, a mi, cada semana, me suelen enviar productos nuevos y es porque ha aumentado la demanda, la gente cada vez los utiliza más.
Cuéntanos una anécdota que te haya sucedido en la tienda o con tus clases que quieras compartir con nosotros.
El otro día estábamos en una sesión. Yo siempre aviso que se apaguen los móviles antes de empezar. Estábamos todos en la relajación final y un móvil empezó a sonar, y la mujer fue cabreada a parar el sonido y todo el mundo mirando, se disculpo y seguimos. A los tres minutos, vuelve a sonar el móvil y se levanta para contestar y armó un escándalo porque la puerta está cerrada con llave y tiene que hacer mucho ruido para abrir. Luego se puso en la puerta a discutir y fue muy paradójico porque habíamos trabajado la relajación y la rabia. En el momento fue un poco molesto, pero luego lo pensaba y me reía mucho. Es como una anécdota de lo mágico que es este lugar, es como si estuvieses en otra dimensión donde sólo es un sitio y un tiempo para ti y, al salir, esté el mundo real de nuevo, el mundo estresante, el del cabreo.
Ruth Herrera
Generación Natura
El Colibrí de Attabeira forma parte del Directorio de Empresas Sostenibles de GeneracionNatura.org