Veneno de abeja como nueva alternativa natural al botox
El veneno de abeja es un sustitutivo natural al botox que se utiliza en estética, se ha convertido en lo más exclusivo dentro de los centros de belleza.
Su creadora es la esteticista británica Deborah Mitchell y asegura que el veneno de abeja hace que la piel tenga una sensación de suavidad y flexibilidad gracias a que las arrugas son empujadas para afuera. No como lo que ocurre con el botox que se asocia a caras sin expresión. Sus cremas llevan el nombre “beetox” asiendo alusión a “bee” que es como se denomina a la “abeja” en inglés.
Estos insectos llevan en la tierra 50 millones de años, y su uso en la apiterapia es decir, el uso terapéutico, o productos derivados del polen o de la miel, igual que la jalea real y su práctica de apicultura, desde hace 2.000 años. Hoy en día se usa el veneno de la abeja para crear sustancias como los neurotóxicos, analgésicos, hemolíticos o vasodilatadores, por la sustancia que contiene, la apitoxina.
Mitchell que crearse estas cremas para mejorar su aspecto ya que de joven tenia una piel con muchas imperfecciones y acné, asegura que el proceso de recogida del veneno no mata ni hace sufrir a ninguna abeja. Además defiende que sus cremas están elaboradas de forma natural con productos orgánicos y que su eficacia radica en la concentración del veneno y en la manera en la que las colocamos en nuestra piel. Y esto es así porque para cada bote se necesita el veneno de 2000 abejas. Este proceso de recolección se lleva a cabo en granjas en Kenia.
Números famosos del espectáculo se han unido a esta moda de la cosmética ecológica, tan conocidas como Kylie Minogue, Claudia Schhiffer o Gwyneth Paltrow. Si queremos este tratamiento de estrellas, podemos acudir a uno de los pocos centros que ya lo utilizan, el hotel ABaC, en Barcelona.
Fuente: antena3.com
Fotografía: thegloss.com