Sustancias químicas en la comida preocupantes para los científicos
Cuando ingerimos comida procesada, mucha veces no somos conscientes que también lo hacemos de un buen número de aditivos químicos que no sabemos la influencia que van a tener en nuestra salud. Los que están a favor de los químicos alimentarios dirán que son inocuos y que gracias a ellos podemos alimentarnos tanta gente como somos, pero hay otros científicos que dudan de estas sustancias. Aquí presetamos una pequeña lista de substancias químicas más comunes que nos podemos encontrar en los aliemntos, y que siembran de incertumbre a los expertos en salud y química alimentaria:
BHA o Butilhidroxianisol
El Butilhidroxianisol es utilizado para conservar algunos cereales, chicles y papas fritas. También se utiliza en productos de caucho y petróleo. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos hizo un estudio con animales en los que se muestra que el químico puede causar tumores en los preestómagos de las ratas y hámsteres (algo que los humanos no tienen) y los hígados de los peces. ¿En los humanos?
Triacetina, triacetato de glicerol
También conocida como triacetato de glicerol, fue reconocida como segura por la FDA como aditivo de comida. Se suele utilizadar como plastificante para goma de mascar y caramelos con chicle. Puede utilizarse en repostería industrial para evitar su sequedad: galletas, magdalenas, pasteles... También es utilizada en perfumería, cosméticos, filtros de cigarrillos y en medicamentos como el Viagra.
Galato de propilo
El galato de propilo es utilizado a menudo junto con el BHA y un químico llamado butilhidroxitolueno, o BHT. Estos conservadores antioxidantes protegen a los productos aceitosos de la oxidación, que de otra forma se pudrirían. El galato de propilo puede encontrarse en la mayonesa, carne seca, sopa de pollo y chicle, así como productos para el cabello y adhesivos.
Algunos científicos creen que el galato de propilo es un disruptor o interruptor endocrino (PDF), que puede interferir con las hormonas de los humanos, creando problemas del desarrollo, reproductivos y/o neurológicos, incluidos problemas de fertilidad y un mayor riesgo de algunos cánceres.
Tartrazina
Se utiliza como colarante alimentario. Está presente en reposteria, helados y chuches de los niños. También es aditivo común en algunas bebidas alcohólicas, refrescos y bebidas energéticas, snacks, salsas y condimentos para paellas. Hay defensores y detractores de la tartrazina. El Parlamento Europeo aprobó una ley en julio de 2008 que requiere que los alimentos que contienen los colorantes alimentarios tienen ser etiquetados con «pueden tener un efecto adverso sobre la actividad y la atención de los niños». Algunos estudios han relacionado este condimento en la influencia de la hiperactividad en los niños.
Dióxido de silicio, sílice y silicato de calcio
También conocido como sílice, el dióxido de silicio es un material de origen natural compuesto de conchas de pequeñas algas unicelulares. Es utilizado en crema seca para café, sopas secas y otros alimentos en polvo. También es utilizado como repelente de insectos, al quitar la capa aceitosa que cubre el cuerpo de un insecto, lo que provoca que se sequen y mueran.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos concluyó que el riesgo de salud humana es bajo y “no irrazonable”. En estudios con ratas, la exposición a altas dosis causó algunos problemas de pulmón. En otro estudio de trabajadores chinos que estuvieron fuertemente expuestos al químico se mostró una cantidad desproporcionada de muertes relacionadas con enfermedades respiratorias, cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares. El dióxido de silicio también se asoció con enfermedades autoinmunes, siempre en dosis elevadas.
Nitrito de sodio
Es utilizado, sobre todo, en la conservación y coloración de carnes, dándeles ese tono rojizo: tocino, jamón, salchichas, perscados ahumados y carnes frías. El nitrito de sodio también se encuentra naturalmente en muchos vegetales, incluidos la remolacha, apio, rábanos y lechuga. Pero el nitrito encontrado en los vegetales viene con ácido ascórbico, que previene que nuestros cuerpos conviertan el nitrito en nitrosaminas, sustancia potencialmente cancerígena, así que algunas empresas añaden ácido ascórbico a sus productos de carne para inhibir la formación de nitrosamina, según los Centros de Ciencia en el Interés Público.
Terbutilhidroquinona (TBHQ)
Conocida como antioxidante E-319. Este conservador químico es potente antioxidante que lo encontramos en galletas, patatas fritas y algunos productos de comida rápida. También puede encontrarse en barniz, laca y resina. La terbutilhidroquinona prolonga la vida útil de los alimentos y, si se consume en niveles bajos, se considera segura. En dosis más altas, se ha comprobado que causa “náuseas, vómito, zumbidos en los oídos, delirios, sensaciones de sofocación y colapso”, según A Consumer’s Dictionary of Food Additives (El diccionario de aditivos de alimentos del consumidor). También puede causar inquietud y problemas de la vista.
Diversos estudios demostraron que la exposición prolongada a altas dosis de TBHQ puede inducir carcinogenicidad, especialmente para los tumores de estómago.
Fuente: Jacque Wilson y Jen Christensen, CNN / Wikipedia
Fotografía: prn.fm