El poder curativo de las manos, la técnica del reiki
La idea base del reiki es considerar al ser humano como todo energía. Los practicantes del reiki elogian sus propiedades curativas, e incluso, para muchos de ellos, ha hecho que cambie su vida.
El reiki nació en Japón hace más de 3.000 años, y significa energía universal. A través de las manos, consiste en canalizar una poderosa fuente de energía, que está fuera, hacia uno mismo o hacia otras personas para curar enfermedades físicas o sanar emociones. No es una propiedad de unos pocos, sino es una técnica que cualquiera puede aprender y desarrollar con la práctica.
Pero no fue hasta 1920 cuando el doctor Mikao Usui, catedrático y monje japonés, lo divulgó, siendo considerado el primer maestro reiki. Desde entonces se ha extendido por todo el mundo, e incluso, la medicina convencional, siempre escéptica ante este tipo de técnicas alternativas, ya ha empezado a impartirlo en hospitales.
"El reiki es una herramienta muy poderosa que está al alcance de cualquiera. No hace falta nada especial, todo el mundo puede hacerlo. Además, no tiene contraindicaciones porque siempre es para bien", asegura para el Diario El Mundo John Curtin, maestro reiki y presidente de la Fundación Sauce.
Hace unos años, Curtin dirigía una empresa de informática y sufrió una parálisis facial que le dejó inutilizado un lado de la cara. Los neurólogos afirmaron que se quedaría así de por vida. Después de probar de todo, empezó a recibir reiki y en tres meses recuperó la movilidad de la cara por completo. "Como informático era muy escéptico ante este tipo de terapias, pero experimenté en mí los resultados. Siempre digo que lo importante no es si te lo crees o no, lo importante es que el reiki funciona", explica Curtin.
La sesión de reiki suele durar 45 minutos. Tumbado en una camilla y en una ambiente relajante, el maestro posa sus manos en distintas zonas del cuerpo del paciente. Se empieza por la cabeza y la nuca y se termina con las plantas de los pies, reequilibrando todos los centros de energía o chakras. Es habitual que el paciente entre en profunda relajación. Se recomienda beber mucha agua después del tratamiento, y estar muy atentos a los cambios que sucedan en el cuerpo.
El reiki tiene cinco principios, creados por Mikao Usui, todos ellos dando un protagonismo al presente. Según la filosofía reiki, sólo existe un eterno presente, el pasado es un sueño y el futuro depende de nuestros actos presentes. Los cinco principios son:
- No me enfado: La irritación suele originarse por el afán de tenerlo todo y a todos bajo nuestro control.
- No me preocupo: La preocupación es sufrir por algo que todavía no ha sucedido y que ya ha pasado, luego no tiene lógica enfadarse pues escapa a nuestro control.
- Ser agradecido: Hay que ser amable y agradecido, de esta forma recibiremos más satisfacción.
- Trabajar con alegría y diligencia: Trabaja es entregar parte de nuestra energía al mundo para que todo vaya mejor. Es importante también dedicar tiempo al estudio de nosotros, de nuestras emociones.
- Ser amable: Una palabra amable alegra el día a la persona que lo recibe, creando mucha luz, sin embargo, una palabra desagradable sólo nos aporta energía negativa.
En España ya se aplica en varios hospitales como el Gregorio Marañón o La Paz gracias a los buenos resultados que se han observado en los pacientes. "Contamos con acuerdos de colaboración con cinco hospitales de Madrid para aplicación de reiki a enfermos", concluye Curtin.
En la Fundación Sauce ya se han formado más de 6.000 alumnos en los cursos que imparte para instruirse en esta técnica.
Fuente: El Mundo
Fotografía: Intuitivemeaning.com