¿Los juegos para motivar el cerebro son eficaces realmente?
Ya exiten multitud de juegos, tanto apps como en páginas por Internet que nos ofrecen la posibilidad de ejercitar nuestro cerebro con multitud de juegos, acertijos, sumas, restas, sudokus, etc... todo ello con un objetivo positivo: evitar nuestro deterioro cognitivo. ¿Pero realmente son efectivos? ¿Conseguirán que nuestras neuronas vivan más tiempo y en condiciones óptimas durante más tiempo?
Y es que los negocios que tiene como servicios los entrenamientos cognitivo está en auge. Todos hablan de la efectividad de sus programas, así la compañía Cogmed, líder en el campo del entrenamiento cognitivo, afirma que su programa de entrenamiento “aumenta la concentración y la capacidad de aprendizaje” de los estudiantes; o Neuronix, empresa israelí, que nos habla de “nueva esperanza para los enfermos de Alzhéimer”.
Hay opiniones contrapuestas a los supuestos milagros de estos juegos de la memoria. Según Murali Doraiswamy, director del programa de trastornos neurocognitivos del Instituto Duke de Ciencias del Cerebro, en Carolina del Norte, Estados Unidos, sostiene que prevenir el alzhéimer gracias a una página web o un videojuego supondría el “santo grial” de la neurociencia. Doraiswamy opina que hay más publicidad que argumentos científicos: “Casi todas las afirmaciones publicitarias que hacen las empresas prescinden de los datos. Necesitamos estudios más específicos antes de llegar a la conclusión de que son métodos realmente eficaces”, sostiene.
Un anáisis dirigido por la investigadora de la Universidad de Oslo Monica Melby-Lervag en 2013 concluía que aunque los practicantes de juegos de memora mejoran, no está demostrado que el aumento de la destreza se transfiera a otras tareas. Es decir, jugar mucho al sudoku nos hace mejores jugadores al sudoku, pero no nos harán expertos en matemáticas, ni nos ayuda a recordar cómo se llama una persona cuyo nombre tenemos en "la punta de la lengua", como se suele decir.
Sin embargo, otros estudios opinan lo contrario. La revista Nature publicó un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California, que demostraba que estos juegos mejoran la memoria y la concentración en adultos mayores.
Hace unos meses, se publicó el ensayo Active (Entrenamiento cognitivo avanzado para mayores independientes y vitales, por sus siglas en inglés), financiado por los Institutos Nacionales de Salud, pertenecientes al Gobierno de EE UU. En él han participado 2.832 voluntarios con una media de edad de 74 años. Este trabajo, según parece el ensayo más importante de entrenamiento cognitivo en adultos mayores sanos, reveló que los avances en el razonamiento y la velocidad se mantenían durante nada menos que 10 años.
Para realizar Active, se dividió a los participantes en tres grupos de entrenamiento (memoria, razonamiento y velocidad de procesamiento). También se creó un grupo de control. Todos se sometieron a 10 sesiones de entre 60 a 75 minutos durante cinco o seis semanas. Los investigadores midieron el efecto de estos ejercicios cinco veces durante los 10 años siguientes. Cinco años después, los tres grupos habían desarrollado más habilidades en aquello para lo que se les había entrenado. Pero estos avances no se trasladaron a otros ámbitos. Una década después, solo los grupos de razonamiento y velocidad de procesamiento seguían mostrando avances.
La comunidad científica siempre ha creído que la mayor parte del desarrollo cerebral se producía en los primeros años de vida y que, una vez alcanzada la madurez, apenas sufría transformación. Según pruebas posteriores, parece ser que el cerebro forma nuevas conexiones neuronales durante nuestra vida. Lo que no está tan claro es que sudokus, rompecabezas, aprender un idioma o adquirir destreza en un videojuego aumenten nuestra inteligencia o eviten la pérdida de nuestra memorial.
Quizas no se trate tanto de buscar una gran solución a nuestros males de cabeza como a intentar pasarlo bien. “Cada persona tiene que elegir lo que le resulte divertido y lo que le suponga un reto para poder ser constante”, concluye el doctor Murali Doraiswamy.
Fuente: El Pais
Fotografía: Regaletes.com