Descubren el gen de la obesidad
Un grupo de investigadores descubre que los ratones sin este gen no engordan aunque se alimenten exclusivamente de comida basura.
El estudio se publica en la revista Nature, y el gen implicado en la obesidad de los ratones, animales con los que se ha realizado el estudio, es el denominado IRX3.
Pero no es un gen que actúa sólo, sino con colaboración con FTO, un gen asociado a la base genética de la obesidad. Conocerlo servirá para diseñar nuevos fármacos contra la obesidad y la diabetes.
El grupo científico internacional estaba formado por universidades de EE UU, Canadá y España, colaborando José Luis Gómez-Skarmeta, coautor del estudio y genetista en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo en Sevilla. Los científicos han llegado a la conclusión de que IRX3 influye en FTO para que, con esta asociación, formen el germen de la enfermedad. Digamos que IRX3 es un activador de FTO.
Marcelo Nóbrega, genetista de la Univesidad de Chicago y miembro del grupo dl estudio comenta: “Nuestros datos sugieren que IRX3 controla la masa corporal y regula la composición del cuerpo”. Cualquier asociación entre FTO y la obesidad es fruto de la influencia de IRX3”.
Las conclusiones confirman que los ratones con ausencia del gen IRX3 son más delgados, con una reducción del 25% al 30% en el peso corporal, debido a la pérdida de grasa blanca y un aumento de la tasa metabólica.
Tras estudiar estos genes en ratones, encontraron un patrón similar de interacciones en humanos. Con los datos de 153 muestras cerebrales de personas de ascendencia europea corroboraron los resultados en roedores: el gen FTO en sí solo juega un papel regulador. "Los interruptores que controlan IRX3 están dentro del gen FTO" , dice Nóbrega.
Parece ser que esta interacción ocurre en humanos, ratones y peces cebra, lo que sugiere que este mecanismo se ha conservado evolutivamente en el genoma.
Para confirmar el papel de IRX3 en la obesidad, se experimentó en ratones que no expresaban este gen para observar su anatomía. Aunque se les alimentó con una dieta alta en grasas, los ratones sin IRX3 mantenían su peso y niveles lipídicos, mientras que los ratones normales sometidos a esa misma dieta engordaban hasta duplicar su masa. "Además, tenían mejor capacidad para captar la glucosa y estaban más protegidos frente la diabetes”, indica Chin-Chung Hui, otro de los autores del estudio y genetista en la Universidad de Toronto.
Los investigadores también descubrieron que aquellos ratones cuyo gen IRX3 alterado se expresaba en el hipotálamo, zona del cerebro conocida por regular el apetito y el gasto energético, estaban tan delgados como los ratones con deficiencia de IRX3.
La función hipotalámica de IRX3 controla la masa corporal en estos animales, lo que indica que la predisposición genética a la obesidad está, en parte, controlada por el cerebro.
“Estamos interesados en identificar dónde y cómo actúa con el objetivo de identificar dianas de IRX3 que se conviertan en nuevos fármacos contra la obesidad y la diabetes”, concluye el genetista Marcelo Nóbrega.
Fuente: Agencia SINC
Fotografía: Ratón que presenta obesidad severa, en el Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universitaria de Navarra. Sara Becerril