Cómo andar correctamente
Según todos los expertos, para mentaner la salud es recomendable hacer ejercicio físico, y caminar es el ejercicio más sencillo y uno de los más efectivos para mantener cuerpo y mente saludables. ¿Pero caminamos correctamente?
Caminar es la mejor movilidad sostenible, pero no pocos problemas se puedan dar si adoptamos una postura inadecuada o utilizamos un calzado no correcto al caminar, lesiones como la fascitis plantar.
Según la mayoría de los estudios, los beneficios corporales de realizar una caminata diaria de 30 minutos se traducen en beneficios cardiovasculares en cuanto a una menor frecuencia de infartos de miocardio, diabetes del adulto, accidentes cerebrovasculares e hipertensión arterial.
La actividad física moderada ha mostrado beneficios en la osteoporosis, la artritis, las caídas en los ancianos, y también efectos sobre el peso y los lípidos aunque más modestos. Además, es buena para la mente, ya que hay cierta evidencia de que el ejercicio moderado ayudaría en la depresión y en ciertos estados de ansiedad.
Caminar aumenta el latido cardiaco y mejora la contracción del corazón, ayuda a mantener una respiración constante más saludable para oxigenar el organismo y además mejora la circulación sanguínea de retorno, con lo que mejoran síntomas como las piernas cansadas o trastornos como las varices. Los músculos también obtienen beneficios tras caminar de forma sostenida y con ellos la salud de los huesos también se refuerza. Incluso es bueno para prevenir el colesterol.
El experto fisioterapeuta José Santos, Secretario General del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, recomienda en Infosalus.com una serie de pautas para evitar lesiones al caminar:
- Primero es conveniente hacer un pequeño calentamiento inicial, como movimientos de rotación de los pies con movimientos de tobillo.
- La forma de andar es importante para prevenir lesiones. Debemos dar una zancada natural, ni grande ni pequeña. Hay que evitar zancadas amplias pensando que así se rinde más al caminar ya que sobrecargan los ligamentos de la pelvis y los músculos esqueléticos. La biomecánica natural lleva a realizar un aterrizaje con el talón y a tomar impulso con el antepié, de esta forma el cuerpo humano consigue repartir de forma equilibrada todo su peso.
- Utilizar el braceo como parte del ejercicio. El cuerpo necesita de los brazos para equilibrar el paso, así las extremidades superiores e inferiores se contrabalancean y el ejercicio implica de forma global al individuo. Si se camina en el campo, además de ayudar con las inclinaciones del terreno, los bastones de marcha, similares a los de esquí, ayudan a realizar un ejercicio consciente con la parte superior del cuerpo.
- La actividad sostenida es la que reporta los mayores beneficios al caminar. Santos aconseja 30 minutos diarios.
- Comenzar en terrenos planos con poca inclinación y mejor tierra que asfalto. Si se está comenzando a instaurar el hábito de caminar o bien se sale de un periodo en el que se ha restringido la movilidad general, es conveniente comenzar en lugares en los que no existan cuestas o pendientes y si es posible hacerlo en parques públicos o caminos de tierra en los que la pisada es más suave.
- Debemos utilizar un calzado adecuado para el terreno y la estación del año. Asfalto o tierra, piso húmedo o seco, inclinación o planicie, verano o invierno, existen distintos tipos de calzado que sujetan el pie y lo protegen de las condiciones ambientales y de las lesiones. Lo principal es que el calzado no aporte inestabilidad al talón, con lo que se evitan esguinces, y que amortigüe la pisada, ya que esto puede provocar desde inflamación (fascitis plantar) hasta una fractura por estrés causada por el exceso de presión.
Según el fisioterapeuta hay que evitar una serie de malos hábitos o prácticas que pueden restar eficacia al caminar o bien perjudicar al organismo, entre ellos
- Utilizar el calzado del trabajo para caminar.
- Emplear calzado nuevo para evitar rozaduras o ampollas; evitar tobilleras ya que impiden al circulación sanguínea.
- Aumentar el ritmo para aumentar los beneficios. Hay que aumentar la duración del ejercicio y no forzar al organismo con intensidad.
- Detenerse a mirar escaparates o a conversar. Para que los 30 minutos de ejercicio sean eficaces el ritmo debe ser sostenido.
- Olvidar el braceo. Aunque se tenga frío hay que evitar meter las manos en los bolsillos porque se altera el equilibrio natural del cuerpo al caminar.
- Pensar andar en una pendiente es menos esfuerzo. Cuando se camina cuesta abajo el cuerpo debe ir frenando y las articulaciones deben ejercer un mayor esfuerzo en el movimiento de descenso.
Por último, hacer una mención a los calcetines, utilizar los apropiados y que no formen arrugas para evitar rozaduras y ampollas.
El Desarrollo Sostenible es movilidad sin emitir emisiones y dejando la mínima huellas ecológica, sin duda que caminar es la mejor opción para nuestro entorno y para nuestra salud.
Fuente: José Santos
EuropaPress/Infosalus.com/lineaysalud.com
Fotografía: houstonpettalk.com