Las convulsiones del Parkinson pueden tener cura
Los enfermos de Parkinson y sus consecuentes temblores, ya pueden ser recuperados gracias a una operación de implante de electrodos en el cerebro. Cinco hospitales españoles realizan ya esta técnica.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central cuya principal característica es la muerte progresiva de neuronas en una parte del cerebro denominada sustancia negra pars compacta.
La consecuencia más importante de esta pérdida neuronal es una notable disminución cerebral de dopamina, principal sustancia sintetizada por estas neuronas, originándose una disfunción en la regulación de las principales estructuras cerebrales implicadas en el control del movimiento.
Las causas de esta enfermedad se desconocen por el momento. Recientemente se ha descubierto la existencia de anomalías genéticas en algunas familias en las que la mayoría de sus miembros estaban afectados y en casos familiares de enfermedad de Parkinson de presentación precoz. Sin embargo, la mayoría de los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen una presentación esporádica, es decir sin factores genéticos claramente identificados.
Encontramos un ejemplo de un enfermo de Parkinson dispuesto a operarse para tratarse los temblores constantes que le impedían dormir, comer o ducharse por sí solo.
Miguel gracias a una operación a la que se sometió en un hospital de Tenerife, su vida ha cambiado por completo. Su neurocirujano ha comprobado, después de la operación y tras la primera revisión, que sus convulsiones han descendido.
La operación consistía en la implantación de unos electrodos en el cerebro, exactamente en el subtálamo, para conseguir el objetivo de los médicos: recuperar el equilibrio neurológico, roto por la enfermedad, y estimular el cerebro con un navegador.
Tras la operación Miguel asegura que su vida ha cambiado: "duermo bien, llamo por teléfono yo solo, cosa que antes no podía, y me puedo duchar".
El paciente admite que sintió miedo y dudas con la operación, pero ahora una vez vista su eficacia, lo recomienda sin dudarlo.
Pero hay que recalcar que la técnica no está indicada para todos los pacientes que sufran esta enfermedad neurodegenerativa. Deben de tener menos de 70 años, contar con un estado de salud general bueno, no sufrir deterioro cognitivo y padecer unos síntomas avanzados. Suelen ser personas cuyos temblores ya no se controlan bien con la medicación, y sufren altibajos en su control de movimientos.
En general, Irene Martínez, Neuróloga del Hospital La Fe de Valencia, señala que puede ser beneficiosa para un 20% de los enfermos.
Fuente: Antena3