La cosmética ecológica gana más adeptos entre los consumidores
La cosmética ecológica certificada no para de crecer mientras otros sectores se hunden irremisiblemente. Cada vez son más las personas que se están dando cuenta de los peligros que encierran los cosméticos convencionales. La nueva Red EcoEstética pretende informar a profesionales, formar a nuevos emprendedores, crear nuevos puestos de trabajo, etc.
Montse Escutia es secretaria general de la Asociación Vida Sana y coordinadora de la Red EcoEstética, una nueva plataforma que quiere dinamizar y promocionar el sector de la cosmética ecológica certificada. Red EcoeEstética es el nombre del nuevo proyecto del programa Empleaverde. Desde la Asociación Vida Sana llevan mucho tiempo trabajando en el desarrollo de la agricultura ecológica pero, gracias a BioCultura, también estan en contacto con otros muchos sectores y subsectores y el de la cosmética ecológica es uno de los que más impulso ha tomado en los últimos años.
Es un sector al alza. Cada vez tienen más expositores de este sector y les pareció una buena idea crear una red que reuniera a todos los agentes implicados y que sirviera para darle un nuevo impulso. En España los consumidores tienen poca información sobre los peligros de la cosmética convencional pero lo más preocupante es que tampoco la tienen los profesionales que están constantemente en contacto con estos productos, como las esteticistas o los trabajadores de peluquerías. Su trabajo va, en buena medida, dirigida a profesionales que ya conocen la cosmética ecológica, pero sobre todo a los que aún no han oído hablar de sus virtudes. Quieren informarles para que den el salto desde la cosmética convencional a la orgánica, dijo Monste.
La cosmética ecológica está en auge, y la demanda de estos productos son una realidad palpable en las tiendas especializadas y centros de belleza donde se puede encontrar cada vez con más facilidad este tipo de productos.
Y es que cada día se cuestionan más los efectos negativos de muchos ingredientes utilizados en la cosmética convencional como es el caso de los parabenes, quizá el más preocupante, que aunque son sustancias que se utilizan como conservantes en la cosmética en cantidades muy pequeñas, desde el campo de la investigación médica se advierte cada vez más de su peligrosidad porque perturban negativamente el sistema endocrino.
Los cosméticos ecológicos están elaborados de forma respetuosa con el medio ambiente, no contienen sustancias irritantes ni tóxicas: ni colorantes, conservantes ni fragancias de síntesis, parafinas u otros productos derivados del petróleo, ni materias primas derivadas de animales sacrificados y tampoco han sido probados sobre animales sino que han sido dermatológicamente probados sobre personas voluntarias para garantizar una alta tolerancia y eficacia en cada producto.
Contienen como ingredientes mayoritarios productos de origen vegetal, con una base de aceites vegetales y extractos de plantas cultivadas de forma ecológica que estimulan la función regeneradora de la propia piel.
Para que un cosmético sea un auténtico Eco-cosmético o Bío-cosmético debe tener un porcentaje mínimo de un 90% de ingredientes de origen biológico certificado (90% sobre el peso seco, ya que el agua suele ser un ingrediente bastante importante en la cosmética) y llevar un sello oficial que lo certifique (IMO, EcoCert, Soil Association,...)
PRODUCTOS PELIGROSOS
Los cosméticos convencionales son un cóctel de sustancias químicas. Algunas de ellas se han evaluado y presentan riesgos para la salud. Las personas no somos conscientes de que nuestra piel también absorbe estos productos y pasan al torrente sanguíneo sin ninguna barrera. Además los cosméticos están diseñados para que aumente la penetración y desde que se ha desarrollado la nanotecnología todavía más porque se trabaja con sustancias de tamaño muy pequeño. Uno de los casos más conocidos son los parabenes. Se utilizan como conservantes en los cosméticos y van en muy pequeñas cantidades. Pero actúan como disruptores endocrinos, es decir, mimetizan la acción de nuestras hormonas ocupando su lugar y lo hacen a concentraciones infinitesimales.
Así que aunque la cantidad en el cosmético sea muy pequeña tienen una acción sobre nuestra salud que se acumula con el uso diario de esos cosméticos. Cada vez hay más personas con problemas de alergias en la piel, a los perfumes... y no hablemos de la cada vez más ingente cantidad de personas que desarrollan SQM, es decir, sensibilidad a cualquier tipo de producto químico.
Los productos cosméticos y de higiene convencionales son peligrosos para todos, pero especialmente para los bebés, pues no tienen su sistema inmunitario bien conformado todavía. Debemos liberarlos de la exposición a tóxicos en edades tempranas que pueden marcar su vida para siempre.
Los especialistas son muy claros al respecto. Los recién nacidos son los más vulnerables si hablamos de exposición a tóxicos. En este aspecto, solemos tener en cuenta la dieta, el lugar de residencia, los contaminantes que están en el medio ambiente, pero no siempre nos fijamos en los peligros para la salud de los pequeños que se encuentran escondidos en colonias y perfumes, champús y geles, detergentes con los que limpiamos sus ropas y/o sus estancias, etc.
Si es preciso esmerarse en salvaguardar la salud de la familia, en general, con los pequeños hay que ser más decorosos todavía.
LOS PARABENES Y DINAMARCA
Dinamarca ha prohibido en los productos para niños algunas sustancias que siguen vendiéndose en todo el mundo y también en Europa. Concretamente, la legislación danesa prevé prohibir el uso del butil paraben y el propil paraben en los cosméticos y en los productos de cuidado personal para niños menores de tres años. Las autoridades danesas dieron a los fabricantes un periodo de cinco años para demostrar la presunta inocuidad de estos compuestos. Al cabo de los cinco años, esta inocuidad no está clara. Los expertos menos activistas albergan dudas y los investigadores comprometidos saben que se trata de productos muy peligrosos. La prohibición afecta a muchos productos de uso ordinario: champús, jabones, cremas solares, aceites y polvos, así como juguetes... Y también a pinturas cosméticas para niños que se utilizan en fiestas, carnavales, etc. Dinamarca espera que otros estados miembros de la Unión Europea den también pasos en este sentido. Las conclusiones de la sesión plenaria del Comité Científico de los Productos de Consumo del 14 de diciembre de 2010 en Dinamarca despejó todas las lagunas.
En dicho pleno, el comité manifestó sus inquietudes frente a los potenciales trastornos del funcionamiento del sistema endocrino generados por la exposición al propil butil paraben y otros compuestos similares mediante el uso de productos cosméticos. Los parabenes se encuentran en muchos productos cosméticos y en desodorantes. Prestando atención a la composición, estas sustancias químicas se identifican como: Benzylparaben, Butylparaben, Ethylparaben (E214), Isobutylparaben, Isopropilparaben, Methylparaben (E218), Propylparaben (E216). Antes de que aparezcan los resultados de los nuevos estudios y ante la lentitud o la ineficacia que muestran las autoridades para informar o prohibir, es recomendable evitar la compra de productos que contengan este tipo de sustancias y decidirse por alternativas naturales que, afortunadamente, ya existen en el mercado. Que sean siempre certificadas como ecológicas, que son las que ofrecen plenas garantías.
"RECOMENDADO POR DOCTORES"
Según mercola.com, una web que apuesta por el propio control de la salud, "hace cuatro años, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en inglés) Estadounidense encuestó a 3.300 padres y comparó los productos para bebé que utilizaban con la lista de sustancias químicas que causan alergias, trastornos hormonales, daños en el sistema nervioso y/o cáncer. Su revisión reveló que los niños están expuestos a casi 27 ingredientes químicos diariamente y estos ingredientes jamás han sido evaluados en cuanto a seguridad. Ni por la industria, ni por el gobierno americano".
Ejemplos de ingredientes peligrosos y productos para bebé de esta revisión incluyen:
• Bromo 2, nitropropano 2 y 3-DIOL: Pueden causar alergias e irritaciones de piel. En ciertos productos estos ingredientes también pueden convertirse en otra forma de agentes que causan cáncer
• Borato de sodio. Se encuentra en la crema Desitin, puede acumularse en el cerebro e hígado de su hijo causando efectos perjudiciales para la salud
• Oxibenzona. Un ingrediente común para la protección solar que puede provocar alergias y alterar el delicado sistema hormonal del niño. Curiosamente, se encontró que el 89% de los productos que dicen "recomendado por los doctores" son de los más peligrosos, ya que contiene algunas de las sustancias químicas más peligrosas.
ESTADOS UNIDOS
En Estados Unidos, en los últimos años, los grupos de consumidores más concienciados han denunciado a Jhonson & Jhonson. Les piden que quiten dos sustancias químicas potencialmente cancerígenas de su champú para bebé. Según mercola.com, "uno de estos ingredientes es el quaternium-15, que libera formaldehído, un irritante de las vías respiratorias, de piel y ojos, también conocido como carcinógeno (la exposición al formaldehído ha sido relacionada con la leucemia específicamente)". De acuerdo con SafeCosmetis.org: "El Grupo de Dermatitis de Contacto de Norteamérica considera al quaternium-15 como uno de los ingredientes alérgenos que más está en contacto con los niños". El otro ingrediente, el 1,4 dioxano, es un "posible carcinógeno" y se encuentra presente en productos de Jhonson & Jhonson:
• Baby Shampoo
• Oatmeal Baby Wash
• Moisture Care Baby Wash, and
• Aveeno Baby Soothing Relief Creamy Wash
De acuerdo con la CDC, el 1,4 dioxano es un "posible carcinógeno para los humanos y es tóxico para el cerebro, el sistema nervioso central, los riñones e hígado. En algunos países, la firma ha quitado estos elementos nocivos de sus productos. Pero en otros, como en España, todavía están presentes, por la laxa legislación vigente.
MENOS ANTICUERPOS
La revista Journal of the American Medical Association (JAMA) ha publicado recientemente un interesante estudio que revela que determinados componentes químicos pueden alterar el sistema inmunitario de los niños. Los compuestos perflourados (PFC), que están presenten en todo tipo de productos, disminuyen la capacidad del sistema autoinmune de los niños a las vacunas requeridas contra el tétanos y la difteria. Los PFC pueden transferirse a los niños antes del nacimiento a través de la madre o después del nacimiento por la exposición de estos químicos en el medio ambiente. Los investigadores señalan que los PFC pueden ser más tóxicos para el sistema inmunológico que las dioxinas. Se ha medido en diversos estudios la presencia de PFC en la sangre de las madres embarazadas y en la sangre de los niños de cinco años. Los resultados muestran que hay vínculos entre la exposición a los PFC y una baja respuesta de anticuerpos a las vacunas contra el tétanos y la difteria. Según estos estudios, "este bajo nivel de anticuerpos implica un riesgo mayor de que los niños no tengan una respuesta inmune adecuada para la protección a largo plazo contra estas enfermedades". El informe señala que "una concentración dos veces mayor de los tres principales PFC en el organismo de niños de siete años se asoció con un nivel de anticuerpos 49% inferior". Los PFC están en antiadherentes, alfombras, tapizados, etc. Y también se encuentran muy presentes en el marisco. Ojo con todo aquello que rodea a tus hijos.
Redacción Generación Natura
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