Aprovechando al máximo la reutilización de los coches
Cada vez hay más número de vehículos en el mundo, y a medida que estos aumentan, también lo hace la contaminación y el gasto de materias primas. Esto ha llevado a crear políticas de control de emisiones y a la obligación de producir coches con materiales reutilizables.
En la últimas tres décadas, el tema ambiental toma cada vez más importancia en torno a esta industria. Las medidas ambientales de algunos gobiernos han obligado a que las marcas fabriquen vehículos con bajas emisiones de gases y alternativas con prácticamente cero emisiones, ya que termina perjudicando los ecosistemas del planeta.
En la actualidad, los centros más importantes de reciclaje de coches han logrado reutilizar el 84% de un coche para la elaboración de nuevos materiales, que terminan formando parte de nuevos vehículos o artículos de otras industrias.
De acuerdo con la EPA (Enviromental Protection Agency), agencia de protección ambiental de los Estados Unidos, en ese país la industria del reciclaje de automóviles se ubica 16 en el ranking ecológico junto con las de papel y plásticos.
En España, desde que entró en funcionamiento el Plan 2000E y el Piva (Programa de incentivos al vehículo eficiente) con subvenciones a los propietarios entre los 2.000 y 3.000 euros, se han dado de baja y retirado de circulación alrededor de 300 mil vehículos de más de 10 años de uso, un gran avance, pues son los vehículos antiguos los que más contaminan.
A continuación, veamos la forma de reciclar al máximo un coche, pasando parte por parte, después de llegar a un centro de tratamiento, empezando por desmontar el automóvil por completo.
Primero, se separan las piezas peligrosas de las que todavía pueden ser reutilizadas para venderlas de segunda mano. El resto de piezas pasa a una máquina fragmentadora que tritura el material para convertirlo en pequeños trocitos con el fin de facilitar la separación entre piezas ligeras y metálicas.
Las piezas de acero, cobre, aluminio y plomo se convierten en la materia prima para las fundidoras y además crean una parte del porcentaje en elementos de los nuevos automóviles y otros objetos.
En cuanto a los cauchos y plásticos de los neumáticos, mangueras, empaques, defensas, etc. son triturados y reutilizados y entre un 3-4% son reutilizados para la creación de nuevas partes.
En cuanto a las baterías, son llevadas a las plantas de fabricación, para su regeneración por unas nuevas, e incineración de materiales peligrosos, pues están creadas de sustancias altamente contaminantes y deben ser tratadas de forma minuciosa por especialistas.
Mientras tanto, los cristales del parabrisas y las ventanas se regeneran en un 3,5%, mientras que otro tanto van dirigidos hacia la fabricación de botellas, recipientes y otros objetos de vidrio.
Por último, los líquidos del automóvil son más complicados de reciclar, por lo que tan solo el 1% de éstos, como son el anticongelante, el aceite y combustibles son regenerados para nuevos lubricantes. El resto es incinerado de forma controlada para que no cause contaminación.
El proceso de reciclaje de los automóviles es complejo debido a la cantidad de materiales contaminantes que contienen sus piezas, pero cada vez más se está caminando hacia el avance, mediante investigaciones, pruebas y búsqueda de otros posibles usos para que el material no finalice en un desguace y, por tanto contaminando el medio ambiente.
Fuente: El Tiempo