La dificultad de ser pintora profesional en el mercado del arte español
Pintora profesional desde hace más de 25 años, la madrileña Regina Pérez Alonso cuenta a GeneracionNatura.org cómo ha sido su trayectoria artística hasta ahora, los consejos que da a las nuevas generaciones de pintores, cómo está el mercado del arte actual, y en qué medida afecta e influye ser mujer dentro de él.
¿Cuándo te iniciaste en el mundo de la pintura?
Desde muy pequeña comencé a pintar. Recuerdo que, ya con tres años, me encerraba en el cuarto con mis cajas de pinturas y no salia de allí. Con 14 años ya quería estudiar Bellas Artes y me empecé a preparar, hice COU, academia… y con 18 años ya ingresé en al Facultad de Bellas Artes de Madrid.
¿Eras consciente que introducirte en el mundo del arte profesional era muy difícil?
A esa edad no, pero como te encanta, pues te lanzas. ¿Después te diste cuenta que era más difícil de lo que pensabas?
Después y ahora. Me doy cuenta que es prácticamente imposible. Bueno, a mi me va bien, pero creo que para nosotras, las mujeres, es muy difícil, a parte que hay otro tema, como es el machismo que existe en el mundillo del arte.
Por lo que dices hay una gran diferencia si eres un hombre artista o mujer artista.
Mucho. Nosotras tenemos que esta demostrando nuestra valía constantemente. Pero me imagino que existe también en la cultura en general: escultura, cine, teatro…
¿Y en qué se nota? ¿Vendes menos obras?
No, porque yo llevo vendidos ya muchísimos cuadros, llevo 25 años vendiendo pintura y exponiendo cada año y medio. Donde se nota es en las zancadillas que te ponen los hombres, los pintores.
¿Y entre las mujeres que os dedicáis a la pintura, existe esa oposición?
Es que mujeres pintoras profesionales hay muy pocas, como hobby sí hay muchas, pero de mujeres que expongan cada año, o año y medio, de estar cinco o seis horas pintando cada día y el resto pensando lo que vas a pintar… hay pocas.
Así que se lo tomen en serio, esa obsesión por el trabajo, esa constancia a la hora de pintar, me parece más de los hombres pintores que de las mujeres.
Porque no hay otra, si quieres ser un pintor profesional tienes que pintar, pintar y pintar, imagino.
Por supuesto. Si cada año preparas una exposición de 40 cuadros, de metro y medio por dos metros de tamaño, son muchas horas, y si estás con varios cuadros a la vez…
Visitando tu taller, una técnica que utilizas es, precisamente esa, pintar varios cuadros simultáneamente ¿cómo lo puedes hacer?
Es que ahora, en invierno, tardan mucho en sacar, entonces comienzas uno hasta donde puedes, luego tiene que secar para barnizar, dar veladoras…, te coges otro cuando éste ya no da más de sí… Cada día te metes con el cuadro que en ese momento te llama.
Cuando terminas una exposición…
Es horrible, horroroso empezar otra nueva. Buscar un tema nuevo, probar con él, darle vueltas… Estas incluso seis meses hasta que consigues encontrar los temas y contenidos para la siguiente exposición.
Yo ya estoy acostumbrada a trabajar y probar en el estudio, le das vueltas, pruebas, pintas y vuelves a pintar encima… probar y probar, hasta que das con ello. Y ves que apetece hacerlo, bien por el color, por el formato… A la hora de plantearte un cuadro, ¿qué estrategia creativa sigues? ¿Visitas un lugar, tomas apuntes, haces fotografías...?
Visito los lugares. Por ejemplo, como me gusta el paisaje urbano, aquí en Madrid, he visitado todos los edificios altos: Torre Europa, Torres de Colón, el Círculo de Bellas Artes… Y allí saco unas cien fotos, las guardo y voy pintado. Todos esos sitios los conozco ya muy bien.
¿Cuáles son los materiales con los que trabajas normalmente?
Óleo sobre todo, después puedo meter algo de lápiz, pastel, óleo en barra…
He visto que tienes muchos cuadros urbanos. ¿Te gusta ese tipo de paisaje?
Me encanta, y además, se vende muy bien. Las galerías también te lo demandan, sobre todo paisajes de Madrid, por eso siempre incluyo varios cuadros con paisajes de la ciudad en las exposiciones.
Pero también tienes mucho paisaje de naturaleza, hemos visto que tienes paisajes con animales, niños en un ambiente campestre…
Sí, me gusta mucho. Incluso, la exposición del año pasado fue exclusivamente de animales, el año anterior el tema principal fue el agua, la anterior nieve, y el anterior, que mis hijos eran muy pequeños, casi todo eran niños en parques, en ambientes naturales.
La naturaleza está muy presente en mi vida.
¿A los jóvenes artistas que comienzan qué les puedes decir?
Como ahora hay tantas formas de llegar al público, en ese sentido, ellos lo tienen más fácil, no como nosotros que hemos dependido de galerías y de intermediarios.
Me imagino que hablas de Internet, pero el mercado es el que es, y está copado por los grandes nombres ¿no?
No, porque cuando empiezas no marcas unos precios por tus obras similares a la gente que lleva 25 años como artista, luego tienes tus posibilidades, además, los grandes nombres son intocables, es otro nivel.
El arte de la pintura también se ha visto afectado por la crisis.
Sí, muchísimo. Hace algunos años fue increíble el dinero que se movía, sobre todo proveniente de la construcción. Ahora las cosas han cambiado.
Cuando terminaste la carrera, de esa generación que nació, ¿cuántos continúan trabajando como profesionales de la pintura?
Terminamos unos seiscientos alumnos. Me acuerdo que el primer año de carrera, un profesor nos dijo “De todos vosotros, sólo un 3% va a dedicarse a la pintura”, y tuvo razón. De ese porcentaje, no llega ni al 1% mujeres pintoras.
Además de tus gustos por la naturaleza en tu vida privada también intentas ser respetuosa con el medio ambiente, me comentabas que fuiste una de las primeras madres que acompañó a sus hijos al colegio en bicicleta.
Sí, soy mucho del transporte público y de la bicicleta aún más. Nosotros, cuando viajamos, siempre nos llevamos las bicicletas, incluso cuando hemos ido a Roma o Amsterdam, siempre hemos alquilado bicicletas. Roma, por ejemplo, la hemos recorrido dos veces en bicicleta, París…
En Madrid también, pero es de las ciudades más peligrosas que conozco para ir en bici.
No sólo te mueves muy bien con la pintura, sino también lo haces con la arquitectura, hemos visto una casa de muñecas gigantesca hecha por ti con materiales reciclados.
(riendo) Eso fue una idea que surgió en una cena con amigos, y a la semana siguiente ya estaba haciendo una casita de metro y medio por un metro, con distintas habitaciones. Todo lo que encontrábamos de viejo, que no servía, lo reutilizamos; por ejemplo, para el baño aprovechamos polveras, un tapper para la bañera… mis hijos han jugado mucho con ella, ahora la tengo en el estudio.
Cuéntanos una anécdota que recuerdes relacionada con tu profesión.
Pues hace poco, una señora que me lleva comprando muchos años, tiene como veinte cuadros míos, vino con su marido y su hija a mi estudio. Curiosamente traían un péndulo.
Acercaron el péndulo a cada cuadro, y eligieron tres cuadros con los que el péndulo, al acercarse, se había movido de una manera determinada. Fue algo sorprendente.
¿Qué les dirías a los seguidores de GeneracionNatura.org?
Que hay que invertir en arte. Que las paredes sin una ventana, o lo que te apetezca, un jardín, la vista de una ciudad… están vacías. A mi porque ya no me caben más, pero me encantan.