Manchas en la piel durante el embarazo, algo totalmente común
Al incremento de peso, volumen, cansancio y sueño y los cambios en el humor durante el embarazo, hay que añadir otro factor poco atractivo de la gestación: las manchas en la piel, un fenómeno que ocurre con mucha frecuencia.
Solo el 10% de las mujeres embarazadas se libra de los cambios en la pigmentación de la piel y entre el 50 y el 70% descubre cómo unas manchas oscuras hacen presencia en su rostro. En este artículo se detalla por qué aparecen manchas en la piel durante la gestación y qué es la hiperpigmentación, así como consejos para minimizar el riesgo de las manchas en la cara. También se apuntan los tratamientos faciales que se pueden aplicar después del parto.
Las causas de las alteraciones cutáneas durante este periodo están relacionadas sobre todo con la revolución hormonal que sufren las mujeres gestantes, explican las especialistas de la Asociación Española de Mujeres Dermatólogas. "Aunque la influencia que las hormonas sexuales pueden alcanzar en cada caso es desconocida, se cree que son la causa -bien primaria o secundaria- de los cambios de la piel que se producen durante el embarazo", explica este colectivo.
Estas variaciones comienzan en el mismo momento en que el óvulo es fertilizado. A partir de este instante, se inicia la producción de estrógenos, progesterona y otras hormonas que influyen en las células encargadas de la generación de la melanina, el pigmento responsable del tono de la piel. Los cambios endocrinos, unidos a las alteraciones inmunológicas que acompañan a la gestación, se reflejan en la piel de la mujer, en mayor o menor medida.
La hiperpigmentación de la piel durante la gestación es sobre todo habitual en las mujeres con la tez y el cabello oscuros, apunta la dermatóloga Aurora Guerra. En muchas ocasiones, después del parto, la piel oscurecida suele tornar, poco a poco, a su tono original.
Sin embargo, no todas alteraciones cutáneas provocadas por el embarazo desaparecen después del nacimiento del bebé. Así ocurre en el caso del llamado melasma, una imperfección de la piel que no suele ser peligrosa pero que sí tiene repercusión estética. Este tipo de hiperpigmentación se manifiesta en forma de manchas específicas en el rostro. La frente, mejillas, labio superior y el mentón son las zonas más afectadas por la aparición de manchas irregulares, y con frecuencia simétricas.
Algunas investigaciones apuntan que estas manchas afectan a entre el 50 y el 70% de las gestantes, aunque son más comunes en las mujeres de tez oscura y en las que toman anticonceptivos de forma regular.
Para tratar el melasma tras el parto, la Academia Española de Dermatología (AEDV) recomienda abandonar la medicación anticonceptiva, continuar con la utilización de filtros solares o maquillajes que lo tengan incorporado, emplear jabones suaves y evitar los tratamientos que puedan irritar la piel facial, como exfoliaciones, dermoabrasión y el uso de láser.
Fuente: Consumer