Bioenergía en el hogar: el empuje de las calderas de biomasa
Antes de explicar cómo podemos utilizar la bioenergía en el hogar, es necesario entender qué es la biomasa y para qué se utiliza.
Se trata de un conjunto de materiales heterogéneos que se usan como fuente de energía. Podemos considerar biomasa como la materia orgánica que se origina en los procesos biológicos. Normalmente los recursos que se utilizan para la biomasa suelen ser agrícolas o forestales. Además, podemos considerar biomasa a los residuos de las industrias, o la materia orgánica de aguas residuales o lodos de las depuradoras.
Hay cuatro procesos que se llevan a cabo con la biomasa, logrando calor y electricidad, se trata de la gasificación, combustión, pirólisis y la digestión anaerobia.
En España, la comunidad que más aprovecha su biomasa es Galicia. Sus montes generan 1’5 millones de toneladas al año para biomasa, utilizándolo como combustible en vez de las energías fósiles ahorraríamos un 60% en combustible y evitaríamos la emisión de CO2 al aire. Y no son los únicos beneficios: una extracción de biomasa de manera segura contribuye al control de plagas y a la prevención de incendios forestales, por lo tanto potencia el sector.
El biocombustible se utiliza para producir calor doméstico con las calderas o para aclimatar servicios públicos como son las piscinas o los complejos deportivos. Este se saca de la madera que se trocea y procesa y se quema en calderas, depende de los trozos que obtengamos lo llamaremos astillas o pellets. Los pellets son óvulos de astillas de madera y serrín con forma cilíndrica. Esta forma y su densidad energética tiene las siguientes ventajas: la casi autosuficiencia de las calderas, una mejor combustión, facilidad de transporte, menor ocupación de espacio para almacenaje, etc.
El funcionamiento de una caldera de biomasa es muy sencillo: la caldera va conectada a la fuente de alimentación que el propietario deberá llenar de pellet, una o dos veces al año. Para la limpieza, el dueño sólo tendrá que preocuparse de quemador, y de aspirar el poco de ceniza que quedará, el resto lo hace la maquina de manera automática. El resto es totalmente idéntico a los otros tipos de calderas con energías fósiles. La gran ventaja de estas calderas es que el calentamiento de agua es instantáneo, sin necesidad de tener un acumulador de agua.
Fuente: appa.es/ bioforestal.es
Fotografía: slideshare.net