La ONU advierte de la amenaza de los plásticos para la vida marina
La contaminación de los océanos por plásticos comienza a ser preocupante, y es una grave amenaza para la vida marina, el turismo, la pesca, la economía y para la propia salud de las personas. Así lo expresa El Anuario 2014 del PNUMA.
“Los plásticos juegan un papel crucial en la vida moderna pero los impactos medioambientales no pueden ser ignorados”, afirmó Achim Steiner, Subsecretario General de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del PNUMA. “Reducir, reciclar y rediseñar los productos que emplean plásticos pueden traer múltiples beneficios para la economía verde: reducir el daño económico a los ecosistemas marinos y a la industria del turismo y la pesca – vital para muchos países en desarrollo- además de suponer un ahorro y oportunidades para la innovación de compañías al mismo tiempo que se reducen riesgos reputacionales”.
Y es que una gran cantidad de plásticos acaban en el océano en forma de basura procedentes de vertederos mal gestionados, actividades turísticas y pesca. Algunos de estos materiales se hunden en las profundidades, mientras que otros flotan y pueden recorrer grandes distancias por las corrientes marinas, contaminando litorales y acumulándose en zonas en el océano.
Según Greenpeace, alrededor del 10% de los 100 millones de toneladas de plástico que se producen cada año en el mundo acaban dando vueltas en el mar debido, entre otros factores, a las propiedades del material, flotante y no biodegradable.
El 20% de los desechos atrapados en las corrientes del Pacífico norte –uno de los cinco giros oceánicos– proviene de los buques y las plataformas marítimas, mientras que el resto fue lanzado al océano desde tierra.
Existen multitud de informes sobre el daño medioambiental causado por los plásticos: muerte o enfermedad de criaturas marinas por su ingestión o atrapados, como tortugas, delfines o ballenas, y daños a hábitats ya muy críticos y deteriorados, como los arrecifes de coral.
También existe preocupación por la contaminación química por el plástico, la expansión de especies invasivas a través de fragmentos de plásticos y el daño económico a las industrias de la pesca y el turismo en muchos países.
Desde 2011, cuando el Anuario del PNUMA examinó por última vez los desechos plásticos en el océano, ha crecido la preocupación a cerca de los microplásticos (partículas de hasta 5 mm de diámetro, manufacturados o creados con fragmentos plásticos). Se ha visto que estos han sido ingeridos por organismos marinos incluyendo aves marinas, peces, mejillones, lombrices y zooplancton.
Según el Anuario del PNUMA, un tema preocupantes es el uso de microplásticos en productos de consumo como las microperlas en pastas de dientes, geles o limpiadores faciales. Estos microplásticos no suelen ser depurados en el tratamiento de aguas residuales y son directamente expulsados en ríos, lagos y océanos.
Se han descubierto multitud de microplásticos en las comunidades de microbios del Atlántico del Norte. Esta plásticoesfera puede facilitar el transporte de múltiples microbios, patógenos y especies de algas. Los microplásticos también han sido identificados como una amenaza para organismos más grandes, como la ballena franca del norte, que está potencialmente expuesta por su alimentación.
La cantidad de partículas diminutas de plástico que flotan en el océano se ha multiplicado por cien en los últimos 40 años, según los expertos de la Scripps Institution of Oceanography, y las previsiones son que aumente el uso de plásticos y de ahí que se haga un llamamiento a las compañías y consumidores que disminuyan sus desechos.
Según la ONU, las compañías de bienes de consumo actualmente ahorran 4 billones de dólares cada año gracias a la gestión del plásticos, como el reciclaje, y que hay un gran potencial para lograr un mayor ahorro. Sin embargo, la información sobre la importancia del reciclaje del plástico y las consecuencias de estos residuos sobre el medio ambiente todavía es deficiente: de las 100 compañías evaluadas, menos de la mitad afirmaron tener información sobre la buena gestión de los plásticos.
“La investigación revela la necesidad de que las compañías consideren su huella de plásticos, del mismo modo que lo hacen para el carbono, el agua y los bosques”, dijo Andrew Ruseel, Director del Programa de Divulgación de Plásticos. “A través de medir, gestionar e informar sobre el uso y desecho de plásticos, las compañías pueden mitigar riesgos, maximizar las oportunidades y ser más exitosos y sostenibles”.
Las partículas de plástico pueden ser ingeridas por los organismos marinos, potencialmente acumularse y liberar toxinas, lo que supone una amenaza para el propio ser humano al ingerir la carne de pescado. Según estudios de Scripps Institution of Oceanography señalan que el 90% de los peces capturados en el Pacífico tienen plástico en el estómago.
Fuente: ONU/Ecoavant.com
Fotografías: blog.savewater.com.au/ocean.si.eu