Los niños tienen mayor conciencia de respeto al medio ambiente
Los niños menores de 8 años consideran más incorrecto dañar una planta que otras normas sociales. Así lo indica un reciente estudio que avala la educación ambiental desde la infancia, para que de adultos respeten el medio ambiente.
Una gran mayoría de niños y niñas de entre 4 y 7 años considera más incorrecto realizar acciones contra seres vivos como las plantas, que contravenir normas sociales como hurgarse la nariz o comer de forma indebida. Es una de las conclusiones de un estudio publicado en la revista científica 'SpringerPlus' por José Domingo Villarroel, profesor del Departamento de Didáctica de la Matemática y de las Ciencias Experimentales en la Escuela de Magisterio de Bilbao. A partir de los datos y conclusiones de la investigación, se puede considerar que la conciencia ambiental se desarrolla en edades tempranas, aunque para ello los niños deben tener contacto con la naturaleza de manera habitual.
El estudio indica, según el profesor, que incluso los más pequeños son conscientes de la gravedad de dichas acciones, y que este juicio es independiente del nivel de comprensión del concepto de ser vivo. "Aunque los niños más pequeños mostraban dificultades para considerar que las plantas son seres vivos y que objetos móviles como coches y motos no lo son, se descubrió una gran unanimidad entre todos los menores, con independencia de su edad, al considerar como inadecuadas las conductas que dañan a las plantas", explica Villarroel.
Villarroel explica que el entorno social del menor propicia que éste desarrolle un determinado marco normativo con el que considera desde muy pequeño qué está bien y qué conductas son incorrectas. "Los familiares más cercanos y la escuela delimitan de manera inicial dicho entorno social, pero a medida que el desarrollo avanza, este entorno se amplia e, indudablemente, debe influir en el desarrollo de los criterios normativos", apostilla el experto.
A partir de los resultados del estudio, se puede asumir también que familiares y educadores deben estar atentos para ofrecer a los niños pautas, con palabras y con el propio ejemplo, para que puedan elaborar juicios conforme a la escala de valores que se desee para ellos. "Conviene ser consciente de la importancia de aportar a niños y niñas desde edades tempranas modelos de conducta y criterios relativos a qué está bien y qué mal, también con relación al medio ambiente. Sin duda, la falta de un modelo de conducta será siempre un mal modelo".
Fuente: Consumer