Los niños tienen menos estrés en contacto con la naturaleza
No sólo los adultos sufren estrés; los niños tampoco están exentos de este trastorno. La imposibilidad de dar una respuesta adecuada a las exigencias diarias provoca también en los más pequeños estados de ansiedad. Numerosas investigaciones señalan que el contacto con la naturaleza mejora el rendimiento cognitivo y ayuda al desarrollo personal de los más pequeños.
Numerosas investigaciones han señalado que vivir lejos de la naturaleza tiene consecuencias negativas para la salud mental y física. Es lo que se conoce como "síndrome de déficit de la naturaleza". La ausencia o la escasa presencia de naturaleza afecta el rendimiento cognitivo de los niños. Disfrutar de la cercanía de la naturaleza hace sentirse más libres y los diagnosticados de déficit de atención crónico mejoran de sus síntomas.
Según el psicólogo y pedagogo estadounidense William Crain, los niños que pasan suficiente tiempo en plena naturaleza desarrollan más sentimientos positivos hacia otras personas, se sienten en mayor armonía con el mundo y están más relajados.
Las consecuencias negativas de vivir o estudiar lejos de la naturaleza no afectan solo a la población infantil. Según un estudio publicado en la revista Nature, científicos alemanes y canadienses han identificado un patrón de activación cerebral ante estados de tensión que únicamente se encuentran en las personas que viven en las grandes ciudades.
El estrés es uno de los más importantes factores que precipitan el desarrollo de trastornos como la ansiedad, la depresión e, incluso, la esquizofrenia. No obstante, esto no es todo. Es conocido que, además de contribuir al surgimiento de desórdenes mentales, hay muchas patologías que se agravan o aceleran a consecuencia de mantener un estado de tensión permanente. Diversas investigaciones documentan la incidencia de disfunciones cardíacas, digestivas, circulatorias y hormonales.
A pesar de que los autores de este estudio admiten que las hormonas sufren una transformación como consecuencia de la vida en la ciudad, reconocen también que han encontrado una relación entre vivir en un ambiente urbano y alto grado de estrés, aunque no una asociación causa-efecto.
Fuente: Consumer