Los animales ayudan a fomentar las conductas sociales en los niños autistas
Interactuar con animales beneficia nuestra salud mental. En el caso de las personas con autismo ya se había observado y un nuevo estudio lo confirma. La presencia de un animal puede aumentar significativamente las conductas sociales positivas en los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
En presencia de los animales, los niños con autismo muestran más ganas de hablar, miran a la cara de otros y tienen más contacto físico. Es más probable recibir propuestas de amistad cuando caminamos con un perro. Este efecto de "lubricante social" de los animales puede ser particularmente importante en personas con discapacidad socioemocional.
Los autores –Marguerite E O'Haire y sus colegas de la Universidad de Queensland, Australia– compararon cómo niños de 5 a 13 años de edad con TEA interactuaban con los adultos y, por lo general, sus compañeros en la presencia de dos conejillos de indias frente a los juguetes. Ocurrió que en presencia de los animales, estos menores mostraban más ganas de hablar, miraban a la cara de otros y tenían más contacto físico.
Estos niños con Transtorno del Espectro Autista, también eran más receptivos a los avances sociales de sus pares en presencia de los animales de lo que eran cuando jugaron con juguetes. La presencia de animales aumentaba además los casos en los que estos menores sonreían y reían, reducía su gesto de ceño fruncido, gemidos y lloros, comportamientos en los niños con autismo que se producían más cuando estaban con juguetes.
Estudios previos han demostrado que las personas tienen más probabilidades de recibir propuestas de amistad de desconocidos cuando caminan con un perro que cuando pasean solas y efectos similares se han observado en personas que poseen pequeños animales como conejos o tortugas. Los autores, cuyo estudio publica la revista Plos One, sugieren que este efecto de "lubricante social" de los animales en las interacciones sociales humanas puede ser particularmente importante para aquellas con discapacidad socioemocional.
Según los investigadores, la capacidad de un animal para ayudar a los niños con TEA a conectar a los adultos puede ayudar a fomentar interacciones con terapeutas, profesores u otros adultos.
Fuente: Antena 3 / medicomoderno-noticias.blogspot.com