¿Cuál es la causa de los diferentes colores de los océanos?
Sólo tenemos que echar un vistazo al mar para darnos cuenta que dependiendo del lugar y el momento su color pasa de tonos verdes claros a azules turquesas, sin olvidarnos de los azules oscuros, marrones o incluso grises. Entonces, ¿porque siempre pensamos que el océano es azul? Parece ser que los cambios de color se deben a factores físicos y biológicos.
No hay ninguna duda de que el agua es incolora. Pero, cuando nos fijamos en el océano, allá dónde parece acabar el mar, nos parece verla azul oscura. Todo se debe a reglas básicas de la física. Dentro de nuestros ojos, tenemos unas células que captan las radiaciones electromagnéticas, exactamente las comprendidas entre las longitudes de onda de los 380 a los 700 nanómetros.
Este es el rango correspondiente a los colores que se pueden observar mirando el arco iris. Pero el agua absorbe mejor la luz en ondas mayores a las del arco iris, como los rojos, amarillos, verdes y naranjas. Esto nos deja con el azul, que tiene las longitudes más cortas. Como este color tiene menos posibilidades de ser absorbido, llega más profundo, y por este motivo vemos el agua de estos colores.
Si tenemos en cuenta a la biología, no hay que olvidarse de unos pequeños microorganismos que son los que más influencia tienen en el color del mar, el fitoplancton. Estas algas unicelulares son más pequeños que la cabeza de un alfiler y utilizan pigmentos verdes para obtener la energía solar. Lo hacen porque transforman el agua y el dióxido de carbono en los componentes que forman su cuerpo.
Gracias a esta acción, el fitoplancton genera la mitad del oxígeno que los seres humanos consumimos para vivir. Ellos se encargan de capturar las radiaciones electromagnéticas en azules y rojos del rango visible, pero refleja el verde. Es por eso que su hábitat suele ser verde.
Pero saber y controlar el color de nuestros océanos no es un pasatiempo meramente estético. Científicos de todo el mundo monitorean los mas mares desde 1978 y, gracias a los satélites, las imágenes que recogen se usan para estudiar el fitoplancton y la contaminación, ya que un cambio en estos dos elementos, aportan señales del cambio climático. Por ejemplo, a más fitoplancton en la superficie, más dióxido absorbe la atmósfera.
Para determinar el color de los océanos, los científicos miden la intensidad de la luz que llega reflejada desde el agua. Casi toda la luz que llega a la superficie del mar es atrapada por el aire o capturada por el agua. Aproximadamente un 10% regresa a la atmósfera, hacia la dirección de los satélites, que miden qué cantidad de esa luz tiene azules o verdes dentro del espectro. Los datos se introducen en ordenadores que calculan el volumen de clorofila que tiene el agua.
Entre 1998 y 2012, se publico un estudio realizado por científicos estadounidenses que mostraban que los niveles de clorofila habían cambiado en todo el mundo. Los cambios de colores registrados en los satélites advierten que la clorofila aumentó en el hemisferio sur y disminuyó en el norte. A la vista de estos resultados, algunos científicos han sugerido que las zonas con menos clorofila, zonas conocidas como desiertos oceánicos, han crecido debido al aumento de la temperatura en el mar.
Otros argumentan que se necesitan más datos para probar que el calentamiento global afecte al fitoplancton del mar, quizás sólo sea un ciclo natural de los microorganismos. Otros, incluso, opinan que se necesitarían 40 años de estudios para llegar a una conclusiones sólidas, y así poder afirmar que el color del océano está cambiando y de qué forma. Incluso, lograr saber si la acción del hombre tiene un impacto en relación con la cantidad de plancton que existe.
Fuente: bbc.com
Fotografía: 101lugaresincreibles.com