Diez consejos de higiene básicos para tu vida
El higiene personal y de los elementos más utilizados en tu vida diaria es fundamental para mantener una vida saludable. Nosotros te damos diez consejos que te pueden ayudar.
Estos consejos están basados en el libro El mejor medicamento eres tú (Aguilar), del médico francés Frédéric Saldmann. Se trata de un manual de salud diaria del que se han vendido más de 400.000 ejemplares en el país vecino, qué consejos de higiene básica no deberíamos olvidar bajo ningún concepto. Y es que el desarrollo sostenible también es salud.
1. Lavarse las manos
Lo sabe todo el mundo, pero es bueno recordarlo. Lavarse las manos antes de comer y después de ir al retrete reduce en un 20% las posibilidades de contraer infecciones respiratorias y digestivas. Alrededor de las uñas se concentran una gran cantidad de gérmenes, por eso hay que lavarse las manos adecuadamente.
2. Cambiar la almohada periódicamente
Si no hemos lavado nuestra almohada regularmente, el 10% del peso de una almohada se corresponde a ácaros muertos o sus deyecciones.
3. Cerrar la tapa del váter
Si cerrados el váter después de usarlo, evitaremos que los gérmenes se extiendan por todo el baño y acaben en nuestros pulmones. Aunuqe nos parezca increible, los gérmenes fecales se desplazan casi dos metros a todas las direcciones si la tapa del inodoro está abierta cuando tiramos de la cadena.
4. Congelar pescado y carne
Es conveniente congelar el pescado si se quiere consumir crudo, así eliminamos el peligro de contraer el parásito anisakis, que nos puede producir una perforación intestinal. También es aconsejable hacerlo con la carne de buey, si lo vamos a comer cruda, pues podemos contraer la solitaria.
5. Limpiar el frigorífico
Los microbios como la temible Listeria se desarrollan en atmósferas frías y húmedas a cuatro grados, por eso debemos vaciar el frigorífico y limpiarla dos veces al mes. Este microbio puede pasar a nuestros aliemntos.
6. No compartir la toalla
No es aconsejable compartir la misma toalla entre toda la familia, ya que podemos pasarnos los microbios. La toalla debe estar bien seca antes de su uso, porque húmeda es un perfecto caldo de cultivo para los microbios, que con veinticuatro horas tienen tiempo suficiente para multiplicarse. Una vez limpio habrás esparcido por tu cuerpo una colonia de microbios que se desarrollarán perfectamente en los pliegues, provocando luego rojeces e infecciones. También hay que tener cuidado con el guante de ducha, sólo se debe utilizar una vez, y luego lavarlo, si lo volvemos a utilizar sin pasarlo por la lavadora, servirá para repartir la mugre por nuestro cuerpo.
7. Separar los útiles de limpieza
Las herramientas que usamos para limpiar son un vector terrible de suciedad. Una esponja o una bayeta pueden convertirse en un nido de microbios si no se pasan por lejía regularmente antes de ponerlas a secar. Los trapos de cocina deben lavarse los más a menudo posible a sesenta grados, y jamás deben reutilizarse si están húmedos.
8. Lavar el cepillo de dientes
Hay que cambiar regularmente de cepillo de dientes, sobre todo después de una gripe o unas anginas, para evitar volver a sembrar y arrastrar las infecciones. Para ahorrar en cepillos de dientes basta con ponerlos a lavar de vez en cuando en el lavavajillas con el detergente habitual. Se ha demostrado que este método hacía desaparecer la totalidad de los microbios presentes en el cepillo
9. Limpiar los objetos cotidianos
El móvil, el teclado del ordenador, el mando a distancia de la tele, los interruptores de la lamparilla de noche, las gafas, la parte de debajo del reloj… El 92% de los móviles están recubiertos de microbios, entre ellos un 16% de bacterias fecales, así que hay hay motivos suficiente para limpiarlos.
10. No acumular platos en el fregadero
El fregadero de la cocina puede llegar a acumular 500.000 bacterias por metro cuadrado, si acumulamos mucho tiempo la vajilla sin lavar, convertiremos la cocina en el lugar más sucio de nuestra casa, por encima del váter. Si no puedes lavar los platos en ese momento, enjuágalos con agua y unas gotas de lejía para evitar que se forme un caldo de cultivo.
Fuente: ElConfidencial.com
Fotografía: Hongkiat.com