Consejos para no desperdiciar alimentos en el hogar
Os mostramos unas indicaciones para evitar desperdiciar comida en nuestra casa.
España es el sexto país europeo donde se desperdicia más comida después de Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia. Según datos oficiales, en Europa se desperdician al año 90 millones de toneladas de alimentos, lo que supone 179 kilos por habitante. Un 42% de ese desperdicio se produce en los hogares y un 39% en la fabricación. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para evitarlo?
Dejando de lado las cuestiones de distribución, producción, gestión, almacenamiento, manipulación, empaquetado de alimentos, más relacionadas con las operaciones industriales, nos centraremos en el consumo de los hogares, donde tomando las debidas precauciones, puede minimizarse el derroche, por ejemplo, si los alimentos se conservan bien su duración es mucho mayor posibilitan la compra a gran escala, generan menos efectos en el medio ambiente, y nos podemos ahorrar dinero en el hogar.
Además, la conservación inadecuada de los alimentos puede tener repercusiones en la salud, ya que los microorganismos cambian su estructura química y, con frecuencia, generan sustancias tóxicas. Sobre esto, Alfonso V. Carrascosa, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) comenta: "Hay microbios patógenos que los alimentos pueden transportar y que dañan nuestra salud si son ingeridos, produciendo desde gastroenteritis hasta la muerte en casos extremos. Es fundamental fijarse en la fecha de caducidad o de consumo preferente para evitar riesgos y que muchos alimentos terminen en la basura, sin llegar a ser abiertos".
Carrascosa apunta que "a nivel europeo, se va a declarar 2014 año en contra del despilfarro alimentario, algo sin duda interesante, pero insuficiente si más allá de la toma de conciencia no se practican medidas que permitan poner en práctica el reparto universal de los bienes".
Y una de esas medidas puede ser la educación, fundamental para evitar el desperdiciar alimentos; pero es esto lleva tiempo. Mientras tanto, podemos ofrecer consejos sencillos que, sumados, nos pueden ayudar a la larga y que, sin duda, nuestro bolsillo también lo notorá.
Por ejemplo, no mezclar las patatas y las cebollas para evitar que las primeras se estropeen antes; evitar guardar los champiñones en plástico para que no se pudran, o retirar del frigorífico los alimentos estropeados lo antes posible para evitar que los mohos contaminen la comida fresca.
Antes de ir a comprar, es aconsejable planificar bien la compra y no adquirir más alimentos de los que se puedan conservar adecuadamente, así evitaremos pérdidas de calidad y problemas de seguridad alimentaria.
Las condiciones de almacenamiento de los alimentos son esenciales para su conservación, por ello conviene seguir una serie de normas: comencemos la compra por aquellos productos que no necesitan frío, sigamos con los refrigerados y finalicemos con los congelados (guárdelos en una bolsa térmica). Hay que intentar no romper la cadena del fría, una vez embolsados en la bolsa térmica métalos en el congelador en cuanto llegue a casa.
Otro consejo para no desperdiciar alimentos es refrigerarlos convenientemente, que estén bien empaquetados y mantenerlos en sus envases hasta la hora de consumirlos. Las fechas de caducidad y de consumo preferente le ayudarán a consumirlos de forma segura y a no desperdiciarlos.
Recuerde que cuanto más picado o molido esté un alimento, más fácilmente se estropeará, por ello es aconsejable cocinarlos antes.
La humedad estropea las frutas y verduras con mucha rapidez, ya que la humedad favorece la multiplicación de gérmenes, así que guarde estos alimentos en lugar seco.
No deje la comida cocinada mucho tiempo a temperatura ambiente, ni coloque alimentos calientes en el refrigerador.
Aconsejamos separar bien los alimentos, así evitaremos que se contaminen mutuamente. Por ejemplo, las patatas deben guardarse en la oscuridad para evitar que les crezcan tallos, mientras que las manzanas y zanahorias se conservan bien en sus envases en el cajón del frigorífico.