Cómo saber si la ropa es ecológica

Entre las ventajas que existen para la producción y utilización de ropa ecológica, se menciona la menor contaminación vertida al medio ambiente y la disminución del riesgo para la piel, ya que las fibras naturales contienen menos sustancias alergénicas que las fibras tratadas con químicos. Además permite frenar el cultivo intensivo de algodón, que daña y contamina el medio ambiente.
Algunas de las telas que no dañan tu salud ni la del medio ambiente son:
Algodón orgánico: elaborado en campos libres de pesticidas y químicos.
Seda: esta tela es orgánica ya que está hecha por gusanos de seda pero debes tener cuidado que el proceso de teñido sea natural.
Bambú: es un material que crece rápidamente y no precisa de pesticidas.
Poliéster: si bien esta tela deriva del petróleo muchas fábricas la están haciendo con botellas de plástico reciclado.
Yute: esta tela es biodegradable.
Cáñamo: la ventaja de esta tela es que es muy estable y duradera.
Soya: este material se está utilizando cada vez más ya que es de fácil y rápida extracción.
Piña: las telas fabricadas con esta fruta mejoran el estado de la piel y evitan reacciones alérgicas.
Cashmere: esta tela se consigue del peinado del pelo de cabras y es sin duda una de las más ecológicas y elegante.
Alpaca: es una tela sedosa, de brillo natural, peso liviano y extrema durabilidad que no precisa de muchos procesos para su acabado final.
Lino: al igual que el bambú, su planta crece rápidamente y no precisa de pesticidas que contaminen el medio ambiente.
Lyocell: es obtenido de la pulpa de madera y se caracteriza por ser un material reciclable y biodegradable.
Por lo general, estos materiales son resistentes a cualquier tipo de plaga y a los rayos ultravioletas, por lo tanto, no es necesaria la aplicación de ningún tipo de plaguicida o compuesto químico que lo convierta en un material no ecológico. Es probable que te cueste encontrarlas, o que sus precios sean elevados, esto se debe a que el mercado aún no está preparado para la comercialización de las mismas. Como consumidores, también podemos contribuir con el cuidado del medio ambiente, desarrollando hábitos ecológicos y solidarios al comprar, usar, lavar y cuidar nuestra ropa.
Redacción GENERACIÓN NATURA