Los plásticos que utilizamos en la alimentación no son tan inertes como pensábamos
Empezamos a saber que los plásticos no son tan inertes como pensábamos, sino que parte de los componentes de los plásticos se incluyen en los alimentos y en el agua y aparecen dentro de las personas", comenta el Dr. Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y coordinar de investigación del Hospital Clínico San Cecilio de Granada en una entrevista realizada para Generación Natura
"Sabemos cómo el bisfenol A, componente del plástico policarbonato que se utiliza en los biberones es hormonalmente activo y mimetiza el efecto de los estrógenos dentro de los animales de experimentación" afirma el Dr. Nicolás Olea a Generación Natura. Es tan importante esta información que el 1 de junio de 2011, la Unión Europea prohibió el empleo de biberones fabricados con policarbonato en toda Europa.
"Someter los plásticos a situaciones de estrés, de calor, de bajas o altas temperaturas favorece la difusión de los componentes del plástico, lo que hay que hacer son los estudios convenientes para saber cuánto liberan, cuánto ceden al alimento y cuánto hay de exposición de estos elementos en la cocina", continúa afirmando el catedrático de medicina de la Universidad de Granada y Coordinador de Investigación del Hospital San Cecilio también de esta ciudad Andaluza, Dr. Olea.
Para el Dr. Nicolás Olea, en el mundo de los plásticos lo más llamativo es la disrupción endocrina. Algunos componentes de los plásticos, como el bisfenol A, los ftalatos de los plásticos flexibles, los filtros ultravioleta de los envases de plástico para embotellado y conservación de los alimentos, son algunos de los compuestos químicos que tienen actividad hormonal, en unos casos estrogénica, es decir, semejando las hormones sexuales femeninas, y en otros casos, antiandrogénicas, antagonizando o bloqueando el efecto de las hormonas masculinas.
Según estudios científicos alemanes recientes, han concluido que el 100% del agua contenido en envases PET (Tereftalato de polietileno) tenía carácter estrogénico.
"Si es seguro para la salud, nunca lo sabremos, porque los productos plásticos utilizados en el mercado europeo son múltiples, nunca van solos; es decir, pensamos que el plástico que lleva una botella o cualquier envase es el único, sin embargo, lleva una serie múltiple de aditivos (ablandadores, antiamarilleantes, filtros ultravioletas…) que son, muchas veces, los que verdaderamente están contaminando el alimento". Concluye el catedrático de medicina Dr. Nicolás Olea.
Fuente: Generación Natura
Entrevista al Dr. Nicolás Olea:
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