¿Conoces los ecosistemas acuáticos?
Todos sabemos que en nuestro Planeta hay mucha más agua que tierra, por eso es conocido como el planeta azul. Y por su puesto, no es sólo una expresión, resulta que los ecosistemas acuáticos son los que más superficie tienen en la Tierra, tanto de agua dulce como salada.
Por eso nos preguntamos ¿Qué definiríamos como ecosistema acuático? Pues es aquel que engloba los hábitats que encontraríamos en ríos, mares o lagos, abarca toda la flora y fauna de estas zonas. Hay dos tipos de ecosistemas acuáticos: el marino y el de agua dulce.
Los ecosistemas marinos son el 99% del volumen de la Tierra y el 70% de la superficie terrestre. Se trata de aguas saladas como las marismas, los océanos o los mares. Son zonas enormes pero muy estables, sólo varían dependiendo de la luz, la temperatura, o la cantidad de sal pero todas estas variaciones son debidas a la profundidad.
Al tratarse de una porción tan sumamente grande, la mayoría es desconocida, hay animales que todavía no conocemos a algunas profundidades. Sin embargo, se afirma que las zonas más pobladas son las que ya conocemos en las costas. Esto es debido a que la cadena alimentaria marina suele comenzar con el plancton, y este tipo de organismo necesita de la luz solar y en ambientes inhóspitos como son los fondos marinos no llega la luz solar.
Los ecosistemas de aguas dulces se encuentran en ríos, estanques, lagunas, pantanos, lagos, aguas subterráneas, en definitiva todas aquellas aguas que tienen una concentración de sal mucho menor, tanto que es apta para el consumo humano y para cultivar los campos. Cuando hablamos de estos ecosistemas nos estamos refiriendo a una diversidad y profundidad mucho menos que con el ecosistema marino.
En este sentido cada ecosistema es único ya que sus condiciones climáticas son muy variantes, esto se debe a la altitud, humedad y temperatura de cada hábitat. Es decir, no vamos a tener la misma flora y fauna en un lago de montaña que en un estanque de aguas templadas o cálidas. En cada lugar la flora y la fauna se adapta para sobrevivir.
No debemos olvidar que aparte de ser una belleza digna de la observación humana, estos ecosistemas nos dan uno de nuestros sustentos para vivir, el agua. Por ello, debemos cuidarlos y protegerlos de la contaminación y explotación que nosotros mismos le damos, ya que son nuestro medio de vida.
Fuente: ecologiaverde.com
Fotografía: globedia.com