La raza de perro más cara del mundo
Aunque el mastín tibetano no es de las diez razas más vendidas del mundo, sí que se le puede considerar, a tener de los precios que se han pagado por uno de ellos, como la raza más cara.
Un empresario inmobiliario ha pagado cerca de un millón y medio de Euros (12 millones de yuanes) por un perro de la raza Mastín Tibetano, o también conocido como Dogo del Tibet, en una exposición canina celebrada en la provincia china de Zhejiang.
Esta cifra, el perro es el animal doméstico más caro del mundo, según informa el periódico Evening News Qianjiang. El perro cuenta con un años de edad y pesa unos 90 kilos.
Esta compra tan elevada de precio es debido a que el mastín tibetano está de moda entre la clase social adinerada de China, es un símbolo de estatus, lo que ha disparado su precio en los últimos años y no es el único caso en el que se ha vendido un ejemplar por encima del millón de euros. Además, este animal está muy cotizado por su presencia espectacular, con una gran similitud con los leones, con su impresionante melena incluida.
Es una raza que se adapta muy bien a las condiciones climáticas extremas y altitud. El mastín tibetano fue utilizado por los pastores nómadas para la caza en Asia Central. Los propietarios de estos animales destacan que es un excelente perro guardián y un animal muy leal, es territorial y protector por instinto, la raza puede ser agresiva y testaruda, por lo que su sociabilidad es esencial desde temprana edad para lograr un guardián obediente y manejable
Según la tradición, esta raza trae salud, seguridad y suerte. Según el criador de los animales, los cachorros que se vendieron en la subasta tienen sangre de león y son parte de una raza de perros superiores.
Esta raza tibetana es de las más antiguas y que todavía hoy se utiliza en la cadena del Himalaya para el cuidado de los rebaños y como guardián de los monasterios. Son canes seguros e incorruptibles, feroces y peligrosos con los extraños, como casi todas las razas que podemos definir como "antiguas" y cuyo carácter se ha ido forjando en el curso de los siglos.
Se ha rodeado de gran misticismo desde que fue descubierto en la antigüedad. Desde su mención por Aristóteles (384 – 322 a. C.) a las famosas escrituras de Marco Polo, quien fue a Asia en 1271, todos los informes históricos alaban la fuerza natural y grandeza del dogo del Tíbet, tanto física como mentalmente. Hasta su ladrido ha sido descrito como único y como característica altamente atesorada de la raza.
Se ha desarrollado poco fuera de Asia, incluso entre los canófilos, ya que es poco frecuente ver ejemplares de esta raza participar en exposiciones caninas internacionales.
Fuentes: La Razón/Las Provincias/Wikipedia
Fotografía: dlwallhd.com