Animales que mejor soportan los efectos de los incendios
Parece ser que los saltamontes y las hormigas son los animales que resisten mejor al fuego en los incendios, según un estudio en el que han participado las universidades de Barcelona, Autónoma de Barcelona y de Girona, el CREAF, el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.
La investigación del Centro de Investigación de la Biodiversidad y Recursos Genéticos de la Universidad de Oporto (Portugal), y coordinada por el doctor Xavier Santos, ha estudiado los diferentes cambios en la composición y abundancia de 274 especies animales tras los incendios forestales del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac (Barcelona) en agosto de 2003.
El trabajo, elaborado con un seguimiento a 4.606 animales de 274 especies diferentes, ha permitido a los zoólogos identificar qué grupos soportan mejor los efectos del fuego y qué grupos son más sensibles a los cambios en el hábitat y la vegetación que se producen después de un incendio.
La investigación ha concluido que entre los animales omnívoros que mejor resisten los efectos del fuego se encuentran las hormigas y los saltamontes.
El estudio, según ha informado el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) de la UAB, "es de una gran trascendencia porque compara al mismo tiempo, y por primera vez, la respuesta al fuego de comunidades de diversas especies de animales como arañas, cucarachas, hormigas, saltamontes, chinches, pájaros y reptiles".
Esta investigación también ha demostrado que después de estos incendios han aparecido en estos espacios dos nuevas especies de animales, como una especie de caracol y la perdiz roja, ambas de especial interés de conservación.
Se ha podido analizar los rasgos característicos que ayudan a las especies a aguantar mejor el fuego, como es el tipo de dieta y su movilidad. Así, entre otros aspectos, el estudio demuestra que las especies omnívoras, las que comen de todo, son más resistentes a los efectos de los incendios, probablemente porque pueden adaptar su dieta a los pocos recursos que quedan disponibles tras las llamas.
Las especies que han variado más su composición antes y después del incendio son las de mayor movilidad, como los pájaros, que huyen a otras zonas no quemadas, y los de menor movilidad, como los caracoles, que no encuentran recovecos y mueren calcinados.
Según CREAF, el estudio también ha demostrado que el fuego no es estrictamente destructor de la naturaleza, la eliminación de algunas especies que vivían en estos espacios intactos ha permitido la aparición de otras que necesitan un paisaje donde haya espacios abiertos como los que dejan los incendios. Como ocurre con el caracol Xerocrassa montserratensia y de la perdiz roja Alectoris rufa, dos especies de elevado interés de conservación que han aparecido después de los fuegos en el parque natural.
Fuente: Antena3/AgenciaEFE
Fotografía: lightgrid.ning.com