Consejos para adelgazar a perros obesos
Más de un millón de perros padecen sobrepeso en España. Sin embargo, no todos los dueños saben cómo reconocer este exceso de kilos en sus canes. Por ello, el primer paso para luchar contra la obesidad del perro es reconocerla, después es recomendable aplicar una dieta sana y equilibrada. Pero veamos los pasos.
El método más sencillo para detectar los kilos sobrantes en el animal es a través de la palpación. Las manos pueden explorar el tórax y del abdomen del can para determinar la grasa que acumula el perro.
Un perro con sobrepeso, al igual que una persona, necesita ponerse a régimen. Necesita reducir la ingesta de calorías y optar por alimentos sanos y saciantes, con una cantidad de fibra mayor.
Los kilos de más del perro deben ser atacados con ayuda de un cambio adecuado en su dieta. El can necesitará reducir el consumo de carbohidratos y minimizar las grasas. La dieta del perro habrá de tornarse rica en proteínas con el fin de aumentar su masa muscular y disminuir todo lo posible la acumulación de lípidos en su cuerpo.
El perro debe tener unos horarios de alimentación fijos. Las raciones pueden repartirse en dos dosis, distribuidas a lo largo del día. Por el contrario, no resultará recomendable que el perro disponga de la comida en su comedero canino para comer cuando desee..
Por el contrario, olvídese de las golosinas comerciales, con un alto contenido calórico y de grasas saturadas. Y, si lo hacía antes de advertir su obesidad, no dé sobras de su comida casera al perro.
También conviene eliminar las latas de alimento o dieta húmeda, a no ser que sean ligeras.
El ejercicio es clave para que adelgace, caminar es una actividad sana. También para su perro. Trate de sacar mayor tiempo para usted y su mascota, y paseen juntos algo más de lo que suelen hacerlo a diario.
El aumento gradual de la actividad física ayudará a su compañero a bajar de peso de forma saludable. Pero ha de estar atento de no sobrepasar nunca las capacidades del can.
Elija ejercicios que aumenten la frecuencia cardiaca; pero recuerde no llevar al perro al límite de sus posibilidades. Hágalo de modo paulatino.
Por último, hay que observar los hábitos propios. Pregúntese a sí mismo si sus hábitos alimenticios o una vida tendente al sedentarismo no están afectando a su peludo amigo.
Un estudio realizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria señala que, un perro con dueño que sufre obesidad, tiene cinco veces más posibilidades de padecer la misma enfermedad que su amo.
Fuente: Consumer