El perro es el mejor amigo del hombre por una dieta rica en almidón
El estudio publicado por la revista Nature, llevado a cabo por un equipo de investigadores liderado por la Universidad de Uppsala, Suecia, concluye que las adaptaciones genéticas que permitieron a los perros asimilar el almidón fueron cruciales para que se convirtiera en un animal doméstico.
Para entender los cambios genéticos ocurridos en el perro para su domesticación, el equipo de científicos ha comparado las secuencias del genoma de los perros domésticos con las de los lobos.
“Utilizamos los datos de toda la secuenciación del genoma del perro para rastrear qué regiones fueron más importantes para los primeros canes”, declara Erik Axelsson, investigador de la Universidad de Uppsala, a la agencia SINC.
Según los expertos, hay 36 regiones que contienen los genes implicados en el desarrollo del cerebro y la asimilación del almidón y que estuvieron detrás de la selección evolutiva de los perros, lo que hace que la domesticación del perro puede estar relacionada con el desarrollo de la agricultura en distintos lugares del mundo
“Nuestros hallazgos muestran que una dieta rica en almidón fue fundamental para que la especie prosperara. Esto indica que la domesticación del perro puede estar relacionada con el desarrollo de la agricultura y que es posible que se domesticaran de forma independiente en diferentes lugares del mundo donde la práctica de la agricultura fue temprana”, afirma Erik Axelsson.
Las regiones genéticas afectadas por la selección de los perros durante la domesticación tienen un aspecto similar en todos ellos, pero difiere de las de los lobos. En tres de estas regiones se encuentran los genes responsables de la digestión del almidón.
“Hay tres genes clave para el metabolismo del almidón en perros –puntualiza Axelsson– que codifican la amilasa, la maltasa y el cotransportador sodio-glucosa...Los lobos tienen también estos tres genes y probablemente les funcionen bien, la diferencia es que los perros han evolucionado de forma que los utilizan más eficientemente o simplemente los usan más”, asevera el científico.
Los datos genéticos indican que el momento de separación del linaje de los lobos y los perros habría ocurrido hace entre 7.000 y 30.000 años. “El momento de domesticación real se encuentra en esta franja de tiempo, como fecha más temprana posible. Algunos métodos basados en ADN indican que sus orígenes están en Oriente Medio, pero también hay evidencias tempranas en Asia del Este, China”, explica Axelsson.
De los datos arqueológicos es igualmente difícil obtener el tiempo exacto de esta escisión y su localización geográfica. Los restos hallados en enterramientos humanos en Israel, de entre 11.000 y 12.000 años de antigüedad, son generalmente considerados como los de los primeros canes, pero existen fósiles anteriores (de hace 30.000 años) que muestran similitudes morfológicas. Para el científico estos últimos “pueden representar la evidencia de los primeros perros o simplemente reflejar la variación natural de la morfología del lobo en ese momento”.
Existen dos hipótesis principales sobre cómo los perros fueron domados por los humanos. La primera, tendría su origen en la época en la que eran cazadores recolectores. Habrían cogido a las crías de los lobos de las madrigueras para domesticarlos y utilizarlos para la caza o custodia de algún lugar.
La otra hipótesis es que los lobos se acercasen a los vertederos de los primeros asentamientos humanos para alimentarse de los restos, lo que sugiere que su domesticación coincide aproximadamente con el desarrollo de la agricultura.
“Nosotros estamos a favor de esta última teoría. Estos lobos carroñeros serían incapaces de sobrevivir con el mismo tipo de alimentación que sus predecesores, y podría ser la razón por la cual ahora vemos una evidencia tan clara en la forma de procesar el almidón de forma eficiente”, concluye Erik Axelsson.
Fuente: Agencia SINC