El Desierto cálido
Su extensión máxima se produce a nivel de los trópicos y se caracteriza por unas precipitaciones mínimas, inferiores a 200 milímetros al año y temperaturas elevadas con fuerte amplitud térmica entre el día y la noche, lo que se traduce en una aridez extrema, con el viento como agente geológico dominante.
La biomasa es muy pequeña, alrededor 20 toneladas/hectárea, y pobre la diversidad biológica. La cubierta vegetal es muy escasa y está constituida por plantas vivaces (partes subterráneas perennes), leñosas y xerófilas (adaptadas a climas secos, con partes subterráneas muy desarrolladas, tejidos carnosos, espinas en lugar de hojas) o por anuales de período vegetativo muy corto. Hierbas, arbustos espinosos y cactus dan paso a los palmerales en las zonas de oasis.
Fauna de reptiles e invertebrados recubiertos de escamas o corazas que les protegen de la insolación, mamíferos pequeños (roedores) o grandes (camellos) adaptados a la ausencia de agua.
Las poblaciones humanas que habitan estas zonas tan hostiles son nómadas dedicadas al pastoreo. Los recursos naturales son escasos, fundamentalmente mineros y en algunos casos gas y petróleo.
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